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Eliminarlos en un solo paquete

Eliminarlos en un solo paquete

El coronel de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos Joseph Caldwell King, observó a todos los reunidos y lapidariamente dijo: “A menos que Fidel y Raúl Castro y el Che Guevara puedan ser eliminados en un `solo paquete´ lo cual es altamente imposible, esta operación será larga… el presente gobierno sólo puede ser derrocado por el uso de la fuerza”. La derrota de esta ilusión se haría realidad el 19 de abril de 1961 en Playa Girón, entonces era el 9 de marzo de 1960, hace más de medio siglo.

El 11 de diciembre de 1959, este funcionario había elaborado un documento que alertaba que la Revolución cubana era dirigida por líderes de tendencias comunistas y que apremiaba tomar decisiones antes de que la misma se fuera del control norteamericano. Ahora había hecho una propuesta concreta para según su opinión eliminar la amenaza.

Se efectuaba una de las reuniones previas, que Rama No. 4 de la División Hemisferio Occidental de la CIA (WH/4) había convocado para sucesivamente aproximarse a las propuestas que debían ser elevadas a la decisión política en relación con el derrocamiento de la Revolución cubana. El llamado Branch 4, se había creado el 18 de enero de ese mismo año, como un equipo especial que podía ampliarse para dirigir la propuesta operación cubana y que sería aprobada por el Presidente norteamericano el 17 de marzo y pasaría a la historia como Un Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro.

Esta Rama sería la encargada de organizar y ordenar la ejecución de miles de acciones incluidas las dirigidas a eliminar a los principales dirigentes de la Revolución, según Caldwell, la solución más expedita del “Caso Cuba” era el asesinato de Fidel, Raúl y el Che Guevara. Esa era su conclusión en marzo de 1960.

A este oficial de la CIA le preocupaban dos cuestiones adicionales que evaluaba cómo básica hacia las cuales había que dirigir acciones inmediatas. Estimaba que la Revolución contaba como máximo con un 70 % de respaldo popular, era necesario reducir la base de apoyo. El otro problema eran las fuerzas de la oposición en Cuba, que no tenían un líder real, estaba dividida en muchos grupos y tenían pocas posibilidades de mantenerse. Reveló durante la reunión, que: “Castro tiene más de 122 agentes en el área de Miami solamente.”

Estas eran las tribulaciones de quien sería uno de los artífices de decenas de planes criminales contra la Isla. Tal vez identificar por su nombre al coronel que presidió la reunión no sea familiar para el lector, pero si se menciona que este era el coronel J.C. King, recordaremos su participación en decenas de planes agresivos contra otros países y Cuba. King empleó en sus fechorías otros nombres operativos como Oliver G. Galbond.

Nació en 1900 y murió a los 77 años, su larga carrera en el espionaje y como desestabilizador de gobiernos fue larga. Graduado de la Academia Militar de West Point en 1923, fue destinado con distintas fachadas a países de América Latina, fue destacado como representante de la transnacional Johnson and Johnson en Brasil y Argentina. Durante los años difíciles de la II Guerra Mundial, entre 1941 y 1945 fue destacado en Buenos Aires, Argentina. Ya como operativo de la CIA fue destinado a Guatemala entre 1952 y 1953, fue el gestor del derrocamiento del presidente Jacobo Arbenz consumado al año siguiente.

Desarrolló en extenso la aplicación de la llamada “negación plausible” tan utilizada para explicar, justificar e incluso evadir los efectos de las agresiones norteamericanas por todo el mundo. Es la manera de intervenir y poder ocultar las implicaciones políticas.

Así, documentos secretos desclasificados de la CIA y la Casa Blanca muestran el desarrollo de la operación política encubierta que fue ejecutada por esa Agencia durante el proceso de las elecciones presidenciales de Chile en 1964. Entonces J. C. King, recomendó que los fondos para la campaña fuesen proporcionados con tal sutileza que no quedara dudas al presidente Eduardo Frei, que provenían de los Estados Unidos, pero que a la vez le permitan negarlo plausiblemente.

J.C. King, fue una pieza clave de la CIA en el derrocamiento del presidente Joao Goulart en 1964. Oficialmente aparece su salida de la CIA en 1967, sin embargo, documentos secretos desclasificados lo ubican años después como Consultante de la Agencia y como alto ejecutivo de la transnacional Amazón Natural Drug Company, la cual fue denunciada como una fachada para desarrollar sus acciones en América Latina. Se registran sus últimas funciones hasta una fecha próxima a su muerte, ocurrida en enero de 1977.

Sus huellas intervencionistas se conocen además en República Dominicana en 1957, en Cuba en 1960, en Chipre entre 1973 y 1974 y finalmente en Liberia entre 1974 y 1975.

Los intentos magnicidas no cesaron en este más de medio siglo, la Revolución victoriosa siguió adelante enfrentando y venciendo a otros cientos de planes agresivos en su contra, que urdieron y urden las agencias norteamericanas como la CIA, pero la aspiración de intentar revertir el camino tomado por millones de cubanos continúa en las quimeras del Imperio.

Autor:  José Luis Méndez Méndez.  Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate. Tomado de CubaDebate

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