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El enigma Zapatero

El enigma Zapatero

MADRID, abril 2.— El presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este sábado que no será candidato en las elecciones generales de 2012, en un contexto de crisis económica que minó la popularidad del gabinete tras las duras medidas de recortes que tomó, indicó AFP.

«No voy a ser candidato en las próximas elecciones generales», anunció durante un discurso ante el comité federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid.

El Presidente del Gobierno pidió al Partido activar el proceso de (elecciones) primarias con el fin de designar a su sucesor para los comicios de 2012, lo que se hará tras las elecciones municipales del 22 de mayo.

Zapatero, de 50 años, fue elegido presidente en 2004 y reelegido en 2008. Con su anuncio, quiso «poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre» desde hacía meses y explicó que dos mandatos son suficientes.

El principal partido opositor, el Partido Popular (PP, derecha), que marcha adelante en las encuestas de preferencia de voto, consideró «urgente» convocar elecciones en breve. Mientras, decenas de personas se concentraron frente a la sede del PSOE en Madrid y pidieron la dimisión de Zapatero.

El mandatario hizo este anuncio cuando faltan pocas semanas para las elecciones municipales y regionales parciales de mayo, cuando su popularidad y la de su partido han caído debido a la crisis económica, que  sumió a la economía en la recesión en 2009 y llevó al Gobierno de Zapatero a tomar duras medidas de ahorro, presionado por la Unión Europea y los mercados.(Juventud Rebelde)

¿QUE HA ESCRITO LA PRENSA ESPAÑOLA AL RESPECTO?

DIARIO EL PAIS.COM

JUAN JOSÉ MILLÁS  02/04/2011

Un día, hace ahora cuatro años, una persona muy cercana, mucho, al presidente me dijo:

VIDEO - AGENCIA ATLAS - 02-04-2011

José Luís Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, ha manifestado en el Comité Federal del PSOE que "no se presenta como candidato a las elecciones generales". De ese modo, se despejan las dudas sobre su futuro. Además, ha manifestado que lo ha hecho porque "siempre ha creido que dos legislaturas son suficiente y por su familia". - AGENCIA ATLAS

Zapatero anuncia que se va

VIDEOS - AGENCIA ATLAS - 02-04-2011

Zapatero: "No me presento a las elecciones generales"AGENCIA ATLAS

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La noticia en otros webs

-Te va a parecer una exageración, pero yo creo que a José Luis, a fondo, a fondo, no lo conoce ni Sonsoles.

Acaba pues de anunciar su retirada un hombre al que no conocemos. Entró como un enigma y se va como un enigma. Pero sabemos de él algunas cosas: por ejemplo, que es el primer presidente de izquierdas que ha gobernado este país desde la democracia; que le ha interesado más la política que el poder; que no ha sabido o no ha querido llevarse bien con los medios de comunicación (y que dio libertad a aquéllos a los que podía controlar (TVE); que durante sus mandatos se ha avanzado en temas de igualdad y derechos civiles más que en los últimos cien años; que es una rara mezcla de ingenuidad y astucia, de humildad y arrogancia; que al menos durante su primera legislatura se creía todo lo que decía; que es un feminista radical. Sabemos también que la derecha, a la que nadie ha irritado tanto como él, ha dicho que su capacidad para el Mal (con mayúsculas) carece de límites, que es un tontiloco, que sus formas suaves ocultan a un lobo sediento de sangre, que es un resentido, un simulador, un visceral con obsesiones políticamente inconfesables, que es un inconsistente, un tonto, un inútil, un bobo, un incapaz, un acomplejado, un cobarde, un prepotente, un mentiroso, un inestable, un desleal, un perezoso, un pardillo, un irresponsable, un revanchista, un débil, un arcángel, un sectario, un radical, un chisgarabís, un maniobrero, un indecente, un loco, un hooligan, un propagandista, un chapucero, un excéntrico, un disimulador, un estafador, un agitador, un fracasado, un triturador constitucional, un malabarista, un mendigo de treguas, un traidor a los muertos...

Sabemos que ha legislado a una velocidad de vértigo sobre lo visible, pero también sobre lo invisible: durante su primer mandato, por ejemplo, se suprimió la tartamudez como causa de exclusión en el acceso al empleo público, se incrementó en un 30% la inserción laboral de personas con discapacidad, se aprobó la ley que reconocía la lengua de signos (una antiquísima reivindicación del colectivo de sordos) y la asistencia gratuita a personas con discapacidad, sabemos que eliminó de la ley del divorcio la necesidad de que hubiera un culpable... Sabemos que cuando afirmaba que se proponía quitar el poder a los poderosos y entregárselo a los ciudadanos estaba convencido de que podría hacerlo.

Sabemos que le dolía de verdad el hecho de que los ciudadanos solo votasen cada cuatro años, mientras que los poderosos lo hicieran todos los días del año. Sabemos que al poco de llegar a La Moncloa dijo que su biografía estaba por llegar. Sabemos que tenía un lado visionario tan peligroso para él como para los contribuyentes. Sabemos que ese lado visionario fue el que le condujo a creer que estaba destinado a acabar del todo con ETA o a detener el avance de la crisis con solo ordenárselo. Sabemos que en septiembre de 2010 se reunió en Nueva York con los banqueros y los representantes de los fondos de inversión más importantes de EE UU para pedirles árnica. Sabemos que aquella reunión fue lo más parecido a la escena de un presidente constitucional solicitando clemencia ante un Gobierno de facto. Sabemos que a partir de entonces (aunque ya antes) Zapatero empezó a hacer todo lo contrario de aquello en lo que había creído. Sabemos que comenzó a gobernar sin convicción. Sabemos que si en ese momento hubiera dimitido, dejando que hicieran el trabajo sucio quienes creían en la necesidad (y en el placer) de ensuciarse, hoy sería un mito de la izquierda. Sabemos que el destino de todos nuestros presidentes es salir mal de La Moncloa. Sabemos que Zapatero creía que escaparía a ese destino. Ya sabemos que no.

Sabemos que dijo que no nos decepcionaría.

Sabemos que nos decepcionó (quizá que se decepcionó a sí mismo).

El final más triste

Tras una década prodigiosa en la que recuperó para el PSOE inmensos territorios de poder y consolidó en España importantes reformas sociales, Zapatero deja su puesto vacante en el final más triste de los imaginados: entre toneladas de paro y desesperanza.

A menos de un año de que concluya la legislatura de la peor crisis económica en la historia de España y con el rumor de una recuperación inminente, el presidente del Gobierno ha comunicado a la cúpula del PSOE que su etapa ya ha pasado y que renuncia a presentarse por tercera vez en 2012, algo que nadie dentro de su partido le habría discutido hoy pese a su pésima imagen en las encuestas.

Tras diez años de liderazgo unánime plagado de éxitos electorales incontestables, José Luis Rodríguez Zapatero ha abierto el debate sucesorio contra el criterio del poder del dinero, que le aconsejó no hacer mudanza en tiempos de crisis; y pese a la oposición de muchos de los compañeros de partido que le auparon en Nueva Vía hasta la secretaría general del PSOE en 2000. Esos compañeros se sienten ahora huérfanos, abandonados a su suerte.

Zapatero anuncia que se va sin que nadie con poder e influencia dentro del partido se lo haya pedido, por respeto a sus convicciones personales. Hay muchos dirigentes locales y regionales que le han animado en las últimas semanas a poner fin a la duda hamletiana sobre su futuro político. Alcaldes y presidentes autonómicos querían evitar así que las elecciones municipales y autonómicas donde se juegan su poder se convirtieran en un plebiscito sobre el futuro del presidente del Gobierno. En su discurso de hoy le ha pedido a los candidatos que se vuelquen en defender su gestión, cuando los rivales le reprochen la política general en la campaña. El PP, por su parte, desea convertir el 22-M en un examen al "presidente y al Gobierno de los cuatro millones de parados". El PP de Madrid de Esperanza Aguirre ya ha reaccionado y ha pedido que se anticipe la convocatoria de las elecciones generales.

Algunos de los dirigentes del PSOE partidarios de precipitar el futuro, los que reclamaban que se fuera de manera urgente -antes de que comience la campaña el 6 de mayo- creían que resolver la sucesión y promover rápidamente al nuevo candidato podría dar impulso para afrontar con mejores garantías la cita electoral. Para tener más posibilidades de frenar el que se presume como el mayor fracaso que ha tenido el PSOE en los últimos tiempos. Zapatero apeló a los cromosomas del PSOE para reclamar batalla en esos comicios y para asegurar que el partido no está perdido.

Para la contienda interna que se abrirá de inmediato, Zapatero ya ha afirmado en el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, que ahora se convocarán las primarias, después de las elecciones autonómicas de mayo. "El dedazo", añadió Zapatero, puede ser más simple y fácil, pero no está en el sistema de funcionamiento ni del PSOE ni en el suyo propio. Habrá contienda, es seguro. Pero Zapatero pidió que fuera lo más limpia posible, con "voluntad integradora" y con el objetivo de "sumar" tras la disputa, "si se presentan más de un candidato", dejó en el aire el actual líder del PSOE.

En el PSOE sólo se vislumbran dos posibles candidatos, aunque la hipótesis de que surja un nuevo Zapatero está viva. Los dos candidatos están en el Gobierno, y a los dos los ha señalado el presidente por distintos motivos hasta convertirlos en aspirantes.

Por un lado, el que reúne ahora mayor consenso entre el poder orgánico del partido y al que apoyan una amplia mayoría de los secretarios generales socialistas en las distintas comunidades autónomas. Se llama Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene casi toda la experiencia del partido, en el que comenzó muy joven y con el que ha ocupado todo el escalafón ministerial salvo la Presidencia del Gobierno. Cuando Zapatero le ascendió a vicepresidente en 2010, todos interpretaron que era un señalamiento de futuro para sucederle.

La otra persona a la que todo el mundo mira con posibilidades de competir en unas primarias anticipadas es Carme Chacón, la ministra de Defensa, a la que Zapatero quiso destacar con un puesto que nunca antes había ocupado una mujer. Dos o tres de los 17 secretarios generales socialistas apoyarían esta opción frente a Rubalcaba, además de algunos de los que apoyaron al presidente del Gobierno en sus primeros pasos para liderar el partido. Chacón es la única de los aspirantes que ha valorado la renuncia de Zapatero: "Otra vez, una lección de generosidad, coherencia y democracia, que va a ser muy útil para todos". La ministra, que ha asistido al partido de baloncesto entre el Barcelona y el Bilbao para presentar una campaña de sensibilización sobre cardiopatías congénitas que ella misma sufre, ha declinado pronunciarse sobre las primarias en el PSOE.

La decisión, aparentemente lógica pero al final sorprendente de Zapatero , ha puesto en el tablero donde se dirime el poder a un rey apoyado y protegido (Rubalcaba) y a una reina libre y poderosa (Chacón) que se disputarán el trono si queda libre... o se lo repartirán.

Diez años después de que llegara a la secretaría general del PSOE por apenas nueve votos; seis años después de que ganara unas elecciones generales contra todo pronóstico tras el peor atentado en la historia de España; cuatro años después de que su intento de diálogo con ETA terminara con un atentado brutal en la nueva terminal de Barajas que mató a dos personas; casi un año después de haber caminado por la cuerda floja de la amenaza de quiebra del país por los ataques de los mercados financieros, Zapatero anuncia que se va con la sensación de que ha cumplido con la crucial tarea de salvar a España .

En ese camino de salvación, el presidente del Gobierno ha hundido las expectativas electorales de su partido con decisiones económicas que han supuesto un recorte de derechos. En el último año, Zapatero ha defendido y aprobado el abaratamiento del despido, el alargamiento de la edad de jubilación y rebajas salariales para millones de funcionarios. Además, los avances sociales que consolidó en siete años sufrieron un retroceso.

Durante ese tiempo, Zapatero levantó un edificio legal inolvidable con importantes avances en materia de derechos (Ley de Dependencia, Ley de Memoria Histórica, Ley del Aborto) y de igualdades (Ley del Matrimonio homosexual; Ley de Igualdad).

Pese a todo lo hecho, el presidente que consideró "opinable" la mayor crisis económica en toda la historia de España es consciente de que el "efecto Zapatero" se diluyó entre los cuatro millones de parados que ha dejado la recesión.

Hay quien cuenta que el jefe del Ejecutivo ya tenía pensado, cuando se inició su segundo mandato en 2008 abandonar al finalizar la legislatura y que incluso tenía medidos los tiempos en que anunciaría su futuro y que cumplirá con lo que planeó. Otros entienden que el presidente del Gobierno, leal a su partido político y a España, considera que su tiempo ya pasó y no quiere dañar las expectativas electorales del PSOE. Por eso se va. Y lo hace ahora, para que nadie pueda aventurar que su decisión tenía que ver con los resultados electorales del 22-M.

 

¿QUE HA ESCRITO LA PRENSA ESPAÑOLA AL RESPECTO?

DIARIO ABC.ES

España

Candidatos a reflotar un partido hundido

Con el batacazo que pronostican todas las encuestas, el PSOE busca un nombre que logre movilizar a los socialistas

Día 03/04/2011
Candidatos a reflotar un partido hundido
Rubalcaba, Chacón, Bono, Blanco, Patxi López y Fernández Vara son los principales aspirantes
CÁNEBA 

José Luis Rodríguez Zapatero lleva más de una hora replicando a la oposición en el último debate económico en el Congreso. El presidente del Gobierno no ha conseguido retener ni siquiera a los diputados socialistas en sus escaños. En el Grupo Socialista sólo aguantan la larguísima y monótona intervención de su jefe de filas la mitad de sus miembros. El resto ha «huido» a la cafetería, al fumadero o a sus despachos. «¡Qué pesado!», dice alguien desde su escaño, un comentario que se escucha en todo el hemiciclo con claridad y que anima a otros a seguir ese camino: «Eres más pesado que una vaca en brazos». Hay más bostezos que aplausos entre los diputados socialistas, mientras Zapatero no debate, sino que trata de enseñar a todos los portavoces lo equivocados que están en sus críticas. Uno a uno, no deja de responder nada, pero tampoco convence ya a nadie. El tedio y la melancolía ganan.

Esa misma mañana, el inicio de depresión en la bancada socialista se torna en pocos minutos en un subidón de adrenalina y moral. Toma la palabra Alfredo Pérez Rubalcaba para detener el «obús» que le acaba de mandar el PP, en forma de actas de ETA. Rubalcaba dice exactamente lo que quieren oír los socialistas, tacha de «bazofia llena de mentiras» el documento de la banda y arremete contra los populares. Los socialistas aplauden, le jalean, gritan «¡Muy bien!», como diciéndose entre todos que sí, «que aún hay partido».

Rubalcaba es el alumno aventajado del PSOE ahora mismo, señalado por su «profesor», Zapatero, en octubre del año pasado cuando le nombró vicepresidente primero del Gobierno. Desde ese momento se le adhirió la vitola de «sucesor». Rubalcaba es el único miembro del Gobierno que consigue subir el ánimo decaído de los suyos, y además es el mejor valorado del Ejecutivo: 5,32. Es el único aprobado, con dos puntos más que el jefe del Gobierno (3.30), según el último barómetro político del CIS, correspondiente al pasado enero.

Perder por menos

 Con una ventaja apabullante del PP en todas las encuestas (le dan diferencias de hasta 18 puntos respecto al PSOE), Rubalcaba podría ser un candidato para «perder por menos». La remontada de los socialistas, objetivo que se propuso Zapatero cuando cambió su Gobierno en octubre, está cada vez más alejada, pero existe la convicción de que Rubalcaba podría movilizar a una parte de los simpatizantes socialistas desencantados que en este momento optarían por la abstención. Con él como cabeza de cartel el PSOE probablemente seguiría perdiendo en las urnas, pero no es lo mismo hacerlo por 18 puntos que por diez o incluso algo menos.

El vicepresidente primero tiene, sin embargo, un problema que se llama «caso Faisán». El martilleo constante del PP en el Congreso por el chivatazo a ETA en 2006 ha conseguido poner nervioso a Rubalcaba, quien sólo responde ya con ironías y contraataques, pero que sigue sin dar una explicación sobre lo sucedido en el bar Faisán de Irún el 4 de mayo de aquel año, en plena negociación del Gobierno con los etarras durante la tregua. Si por la vía política la situación de Rubalcaba empieza a complicarse por su falta de transparencia, por la vía judicial el «caso Faisán» avanza y el desenlace es imprevisible. A esto se unen las actas que levantó ETA durante la tregua, que se pueden creer o no, pero han despertado la sospecha sobre los «engaños» del Gobierno a la opinión pública, ya que no se ha ofrecido una explicación alternativa y completa.

Valoración de Chacón

 Junto a Rubalcaba, la ministra de Defensa, Carme Chacón, aparece en la línea de salida de la carrera sucesoria. A Chacón le convenía ganar tiempo antes de que Zapatero desvelara su futuro. Una fuerte derrota de los barones el 22 de mayo, y del partido en su conjunto, haría perder fuelle a Rubalcaba, que ahora tiene un apoyo mayoritario. En ese escenario, ella aparecería como alternativa, con sus espaldas intactas tras el revés electoral. La ministra ha dejado descubrir sus intenciones, lo que se ha considerado como un error en el cálculo de sus tiempos. La firmeza del Gobierno ante la guerra de Libia puede fortalecer su imagen, aunque corre el riesgo de que se convierta en un bumerán, por la aparente improvisación en algunas de las decisiones que se han tomado hasta ahora respecto a la misión española.

Chacón contó con el apoyo inicial de José María Barreda, quien elogió su juventud y su futuro, pero el presidente autonómico de Castilla-La Mancha acabó virando hacia Rubalcaba. La ministra de Defensa arranca la carrera con una valoración a la baja en las encuestas. En enero obtuvo en la encuesta del CIS un 4,49 (casi un punto menos que Rubalcaba), pero su caída ha sido constante, ya que hace dos años era el miembro del Gobierno mejor valorado, con un 5,35.

José Bono tiene la habilidad de aparecer en todos los debates (y las tertulias de café) sobre la sucesión de Zapatero, aunque él ha negado que pretenda competir. Pero Bono siempre está ahí y su despacho en el Congreso ha sido en los dos últimos meses centro de intrigas «palaciegas», por donde han pasado José Luis Rodríguez Zapatero (dos veces), José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba. «Hemos hablado de lo que ustedes imaginan», dijo Bono a los periodistas tras reunirse con Zapatero durante casi dos horas. Bono, que perdió frente a Zapatero en el congreso federal del año 2000 por nueve votos, ha buscado un mayor protagonismo desde octubre del año pasado, justo cuando Zapatero señaló a Rubalcaba como «número dos». El presidente del Congreso rompió la neutralidad que corresponde a su cargo y se hizo más visible al tomar partido a la hora de criticar con dureza al líder de la oposición, Mariano Rajoy. Justo antes de dejar el Gobierno, José Bono era el segundo mejor valorado del Gobierno, con un 5,28, detrás de Pedro Solbes (5,29), según la encuesta del CIS de enero de 2006.

Blanco se la juega

 José Blanco ha tratado de formar «tándem» político con Alfredo Pérez Rubalcaba, de tal forma que su futuro parece unido. El ministro de Fomento quedó en parte relegado cuando Zapatero eligió a Rubalcaba como vicepresidente, pero siempre ha estado en la «fontanería» del poder interno socialista. Su valoración entre los ciudadanos es baja (3,94 en el CIS de enero de 2011), pero sigue manejando los hilos del aparato del PSOE. Blanco se la juega en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, como director de la campaña y responsable, por ejemplo, de «ocultar» a Zapatero en actos políticos.

Guillermo Fernández Vara es uno de los barones territoriales que temían como un nublado que el lastre de Zapatero les restara votos en las urnas el 22 de mayo, de ahí su insistencia en pedir que se clarificara cuanto antes su decisión. Extremadura es de las pocas comunidades donde el PSOE se presenta con cierto alivio en las encuestas, aunque la marca «ZP» también le pase facture. Cuando Vara dijo que España también está preparada para tener un presidente extremeño estaba ampliando el campo de juego del partido de la sucesión, y a la vez estaba reivindicando la voz del poder territorial. El mismo poder que tiene Patxi López, primer lendakari socialista, con un peso específico en el debate interno socialista por el papel del PSE en el cambio histórico del País Vasco.

¿Y si hubiera un «tapado» para suceder a Zapatero? Es una posibilidad que nadie descarta y el precedente no es otro que el propio Zapatero, cuando accedió a la secretaría general desde su escaño en el Congreso y con un trabajo parlamentario a su espalda desconocido para la gran mayoría.

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20 MINUTOS.ES

Zapatero había adelantado su decisión a Blanco, Rubalcaba, Chaves e Iglesias

Reunión de Zapatero

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había adelantado esta semana que anunciaría su renuncia a un tercer mandato a cuatro personas de la cúpula del PSOE: el vicesecretario general, José Blanco; el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias.

Según fuentes socialistas, a lo largo de esta semana los cinco han mantenido diversos contactos y reuniones -algunas todos juntos, otras sólo con algunos asistentes— y el propio Zapatero fue quien quiso llegar al sábado en un clima de incertidumbre para poder hacer su anuncio.

En eso se han empleado los dirigentes socialistas en los últimos días, en no dar ninguna pista de los planes de Zapatero. Además, los ’barones’ no habían sido informados previamente, aunque sí habían recibido instrucciones de mantener el "hermetismo", según apuntan algunos.

Las fuentes consultadas sostienen que Zapatero tenía decidido desde hace tiempo desvelar su decisión en torno a estas fechas pero que la intervención en Libia, la crisis nuclear desatada en Japón y, finalmente, la crisis política en Portugal, pusieron en duda la oportunidad del anuncio.

Sin embargo, la crisis portuguesa no se ha traducido en inestabilidad financiera en España y eso ha sido un factor clave para que Zapatero se haya decidido a mantener sus planes.

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