Periodistas nacionales y extranjeros recorren centros penitenciarios de #Cuba

Periodistas nacionales y de medios extranjeros acreditados en Cuba recorren hoy varios centros del sistema penitenciario de la isla, donde el gobierno aplica programas para la reinserción social de los reclusos. Reporteros, fotógrafos y camarógrafos visitan instalaciones en las que cumplen su sentencia hombres, mujeres y jóvenes, quienes tienen acceso a atención médica e instrucción escolar y cultural, así como la posibilidad de incorporarse al trabajo socialmente útil y remunerado.

El periplo -un hecho poco común en el mundo, según las autoridades locales- incluye lugares abiertos y cerrados, en dependencia del tipo de internamiento.

La prensa cubana y extranjera recibirá explicaciones de las iniciativas en marcha para la atención integral de la población penal del país caribeño y podrá dialogar con los reclusos y sus familiares de visita en el momento del recorrido, adelantaron fuentes del Ministerio del Interior.

Entre los programas aplicados en las penitenciarías están los relacionados con la práctica del deporte, el denominado Educa a tu hijo para el fortalecimiento del vínculo de los internos con sus seres queridos y otros para la expresión cultural y el disfrute de espectáculos artísticos.

Respecto al acceso voluntario al estudio y el trabajo, datos oficiales ubican en miles los beneficiados.

En Cuba unos 27 mil internos se encuentran incorporados a la enseñanza en sus diferentes niveles, además de la capacitación en oficios, mediante cursos o a pie de obra.

Desde el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, se han construido en la isla nuevas instalaciones que permitieron desmantelar las viejas prisiones e incorporar conceptos humanistas en sintonía con las normas y principios desarrollados por la ciencia penal en el planeta.

Autoridades del sector destacan entre los pasos dados el perfeccionamiento de la legislación penitenciaria y sus reglamentos.

Ello a partir de los preceptos recogidos por las Reglas Mínimas Internacionales para el Tratamiento a los Reclusos, aprobadas en el Primer Congreso sobre la Prevención del Delito y el Tratamiento al Delincuente, de 1955 en Ginebra.