Los 100 de Enrique Santiesteban
Este 11 de noviembre se cumplen 100 años del nacimiento en Manzanillo, antigua provincia de Oriente, de Enrique Santisteban, figura muy querida por los amantes de la historia de la radio, la televisión y el cine cubanos.
Decir Santisteban, medio siglo atrás, en el ámbito actoral cubano, era mencionar al representante por excelencia de esta faceta artística en nuestro medio. Para las jóvenes generaciones, su trayectoria en los tres medios de difusión antes mencionados era una patente de calidad. Si bien en el arte de la actuación en la escena y el audiovisual nacionales han existido otras personalidades masculinas descollantes, quizás ninguna otra haya tenido el carisma ni alcanzado el reconocimiento popular que gozó Santisteban.
Luego de ver frustradas sus aspiraciones de estudiar medicina durante la época de la dictadura de Gerardo Machado, se une a una conocida orquesta tocando la batería y cantando melodías norteamericanas, con lo cual consigue recorrer algunos países de América Latina. Al regreso de esta gira, es contratado como locutor y debuta como galán joven en la compañía de Pepita Díaz y Manolo Collado en el Principal de la Comedia: se despide así de su carrera musical y abraza la de actor.
Ya en 1938 debuta en el cine, con un pequeño papel, en la cinta Ahora seremos felices, de William Nolte y Fred Bain, a la cual siguen, también con pequeñas intervenciones, La canción del regreso (1939), de Max Tosquella y Sergio Miró, Yo soy un héroe (1940), de Ernesto Caparrós, y Manuel García, el rey de los campos de Cuba (1940), de Jean Angelo.
En 1940, la emisora radial CMQ solicita los servicios de Santisteban, quien consolida allí su labor actoral, lo que con posterioridad le permite mantener su condición de primera figura tanto en la radio como en el teatro. En la década de los 40, llega a personificar en el medio radial al personaje de Tarzán en una popular serie episódica.
Se halla más tarde entre los fundadores de la televisión cubana, y aparece en los años 50 en los principales programas dramáticos de la pequeña pantalla (El humo del recuerdo, Conflictos humanos, la telenovela Historia de tres hermanas, etcétera). En esta década, Santisteban aparece en papeles de carácter en algunos filmes cubanos y coproducciones cinematográficas con México (La renegada, de Ramón Peón; Ángeles de la calle, Los que no deben nacer y La mujer que se vendió, de Agustín P. Delgado; Más fuerte que el amor, de Tullio Demichelli).
Su versatilidad, demostrada al caracterizar personajes tan disímiles como Zola, Pasteur, Macbeth y Otelo en dramatizados televisivos, se amplió también al asumir roles humorísticos o satíricos en el teatro, el cine (Las doce sillas, Las aventuras de Juan Quinquín, Los sobrevivientes) y la televisión (el alcalde Plutarco Tuero en San Nicolás del Peladero, programa que se mantuvo en el aire por espacio de 18 años).
La Cinemateca de Cuba, en homenaje a la memoria de Santisteban, con motivo del centenario de su natalicio, proyectará este jueves en su sala Charles Chaplin, el filme cubano Las doce sillas (Tomás Gutiérrez Alea, 1962), donde exhibió uno de sus mejores desempeños cinematográficos, y la cinta soviética El jinete sin cabeza (Vladimir Vajnshtok, 1972) , en la cual compartió elenco con Eslinda Núñez, Alejandro Lugo y los actores rusos Liudmila Savelieva y Oleg Vidov.
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