Estados Unidos justifica agresión a Siria con falsas razones
 
								
				
				El gobierno estadounidense intenta justificar una agresión contra Siria con falsas razones y niega toda discusión sobre las presuntas pruebas en su poder que culpan a las autoridades de ese país de utilizar gases químicos contra la población.
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Qin Gang, portavoz de la Cancillería china, dijo en San Petersburgo que  cualquier paso para responder al supuesto uso de tales artefactos debe  cimentarse en los resultados de la investigación y la decisión debe  tomarla el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que Washington trata de  obviar.
 El diplomático subrayó que la ONU debe investigar las  denuncias sobre el uso de armas químicas en territorio sirio y sólo en  base a las conclusiones de esa investigación se podrá tomar una  decisión.
 Desde el 21 de agosto, cuando se produjo el alegado  uso de gases químicos en la periferia de Damasco, y mucho antes,  Washington recurrió al tema del uso de las armas químicas para  incrementar su injerencia y así detener el avance de las fuerzas del  Ejército Arabe Sirio (EAS) contra las bandas armadas que operan en ese  país.
 De hecho casi en paralelo a ese incidente, la Casa Blanca,  gobiernos occidentales y medios de prensa, recrudecieron su campaña  contra el Gobierno del presidente Bashar al-Assad.
 Tanto el  presidente Barack Obama como los principales funcionarios de su gobierno  afirman que el EAS empleo productos químicos contra la población, sin  tener en cuenta que un equipo de inspectores de la ONU investiga ese  hecho.
 En el lado contrario, Rusia aseguró tener pruebas  convincentes de que fueron las bandas irregulares apoyadas por Occidente  las que usaron ese tipo de armamento prohibido por convenciones  internacionales para facilitar a sus aliados una justificación para  atacar puntos neurálgicos en Siria.
 Pese a las advertencias de  que cualquier acción que eluda al Consejo de Seguridad de la ONU puede  tener graves consecuencias y conducir a una tragedia humanitaria aún  mayor, la Casa Blanca parece decidida a atacar.
 Rusia y China  coinciden al oponerse categóricamente a una acción militar contra Siria  que no cuente con el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y  consideran que el Congreso estadounidense no tiene autoridad para  aprobar un ataque contra Damasco.
 El camino hacia la guerra al  parecer será escabroso para Washington y sus aliados, pues hay un  creciente rechazo tanto en Estados Unidos como en el exterior para  apoyar una acción bélica contra la nación levantina.
 Por  ejemplo, el papa Francisco, la principal autoridad católica del mundo,  desarrolla una ofensiva diplomática contra una intervención militar y en  una carta enviada hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, anfitrión de  la Cumbre del G20, aboga por una solución pacífica.
 El Papa  llamó los dirigentes de ese grupo a que ayuden a encontrar las vías para  superar las posiciones de conflicto y para que abandonen el vano afán  de una solución militar.
 Retomando el tema de la justificación  del empleo de las armas químicas, dirigentes políticos, medios de prensa  y grupos opuestos a la guerra se pregunta por qué Obama está apurado en  atacar.
 Llama la atención que este jueves Ben Rhodes, consejero  de Obama, advirtió que las pruebas sobre el uso de armas químicas en  Siria no pueden ser sometidas a un debate sin fin, en una respuesta a  los reclamos de Putin.
 
       
		
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