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Detrás del tilo... tres talentos

Detrás del tilo... tres talentos

 No es fruto de la casualidad, tampoco, una intervención divina de los dioses ni, mucho menos, una condescendiente acción del jurado: la canción Detrás del tilo, interpretada por Vionaika Martínez, compuesta por Leonardo García y con arreglos de Pucho López, ganó por sus cualidades el primer Premio del XV Concurso Adolfo Guzmán, concluido la pasada semana. 

La trascendencia y el talento artístico presentes en estos tres músicos villaclareños, resultan argumentos válidos para entender la razón de la entrega del magnífico galardón. Por vez primera, y por separado, el trío de virtuosos expresa aquí sus impresiones sobre logro alcanzado en ese concurso de música, organizado por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), declarado como el más importante del país.

 VIONAIKA: LA VOZ 

Con una disfonía atroz, la considerada una de las mejores cantantes del centro del país desde hace un buen tiempo, accede a la entrevista. Una impertinente gripe afectó sus cuerdas vocales, aunque, por fortuna, después de concluir la competencia.     

No obstante, aún se le nota la alegría del triunfo. Ahora, con gran esfuerzo solo hablará, pero todavía, que nadie lo dude, le queda un mundo por cantar. «Leonardo me escogió desde un principio, habló conmigo y accedí gustosa.

Ya  había trabajado antes sus obras y las conozco. Me gusta interpretar sus canciones, pues tienen un estado intimista, profundo, sincero… Él no va de manera directa a la esencia del tema, ni lo presenta con esquemas, sino que te da la opción para interpretarlo como lo sientas, lo vivas. Te brinda la posibilidad de creer o no creer lo que quiera decir o expresar la letra.

En sus composiciones, las ideas e imágenes permiten entenderlas como las percibas.»  «Fue la primera vez que participo en un concurso de esta magnitud. Estaba muy impresionada y emocionada, sobre todo el día de la premiación. Sinceramente,  no esperaba un Primer Premio; me sorprendió muchísimo. Cuando me avisaron que debía salir otra vez al escenario a cantar, por haber ganado el primer lugar, se me hizo un nudo en la garganta. Saqué fuerzas para poder hacerlo.

Sin embargo, sí puedo decir que siempre estuve muy segura en cada presentación, a pesar del nerviosismo que provoca subir a un escenario de esa envergadura.  «Fue algo inesperado. La opinión del jurado para argumentar el otorgamiento resultó impactante; elogiaron la interpretación de la canción y concordaron en lo difícil y compleja de cantar. No tengo idea de si vuelva a participar en otro ‘Gúzmán’, pero estoy muy contenta.» 

LEONARDO: LA CREACIÓN 

Inmerso en las tareas del hogar me recibe Leonardo García, el hacedor de canciones, el juglar humilde, el poeta amigo. Profesional y personalmente, este es un excelente año para el cantautor: poco a poco, sus canciones toman vuelo en voces de diversos intérpretes, y también su compañera prueba el sabor de la maternidad. Él se estrenará como padre, y de seguro la bienvenida criatura crecerá abrazada por el amor de los progenitores y será musa de melodías que inundarán los rincones del hogar.  «Esta fue la cuarta ocasión consecutiva en que me presenté al Concurso.

No hice la canción expresamente para el certamen, no acostumbro a eso. Para mí las cosas hechas, en su mayoría, con premura o por compromiso no terminan con buena calidad. Detrás del tilo me llevó alrededor de dos meses crearla. No resultó fácil. Casi todas mis composiciones llevan tiempo, pues trato de sacar lo mejor de cada una; llegar a lo más hondo. La escogí porque me pareció muy acorde con las exigencias del ‘Guzmán’. Es una de mis piezas preferidas, y compleja. El texto y la música quedaron bien elaborados.  «Siempre pensé en Vionaika para su interpretación.

 Conoce mi obra y, además de ser una persona cercana a mi trabajo, es muy buena cantante. Yo no tenía dudas de que la canción solo debía ser cantada por una voz como la de ella. También, hablé con Pucho López poco después de enviar el tema. Sabía que un gran músico como él haría un trabajo exquisito.   «Para mí lo más importante nunca ha sido ganar un premio, aunque sí hago hincapié en el arreglo, la grabación, en la calidad de la obra. Eso es lo valedero.» 

PUCHO: EL MAESTRO

 Víctor (Pucho) López Jorrín, germinó de una tradición familiar que, desde el autodidactismo, embebió las raíces y las sonoridades más autóctonas de la música cubana y se empinó hacia las complejidades armónicas y de improvisación del jazz, hasta estacionarse —en medio de una intrépida mirada escrutadora— justo en un pedestal de singularidad. Su periplo por legendarias agrupaciones en los 70 y los 80 del siglo pasado(Los Fakires, Raíces Nuevas, Música Moderna…) refleja el constante reclamo de su virtuosismo.   El maestro Pucho López, junto dos grandes de la música cubana —Juan Formell y Sara González—, en el Festival por el quinto aniversario del programa televisivo Cuerda Viva.  

Ahora acaba de regresar de Ecuador, sitio donde intervino en un memorable concierto que dio Sara González, y con absoluta seguridad, antes que concluya el año, estará otra vez junto a nosotros, como afirmó, en un necesario e impostergable reencuentro entre aquellos hacedores que cuatro décadas atrás deslumbraron en una formación única: la Orquesta de Música Moderna. El último lauro de García y Vionayka, casi al instante, trajo a Pucho otras reflexiones contenidas en un alígero y concluyente diálogo:   «Ya yo había trabajado otra pieza de Leo que está en el repertorio del grupo de Vionaika.

Pero, él es de los autores que pueden cambiar de una obra a otra casi bruscamente y entonces no se cumple la fórmula de arreglista y compositor como pareja de trabajo. Esas cosas se cumplen en el ámbito comercial como manera de asegurar el éxito y repetirlo con los mismos ingredientes. Pero, este no es el caso. «Un tema enigmático, con una atmósfera ideal y muy de estos tiempos. Tiene ese ambiente tranquilo, clásico de las baladas inglesas, en las que toda la complejidad melódica se resuelve en un poco más de una octava. Posee un texto rico y, sobre todo, muy pegado a la melodía, nunca se divorcian ni por un instante. Leonardo debe haber compuesto las dos cosas a la vez: única manera de lograr eso. 

«El trabajo del arreglista se parece mucho al del sastre en lo que a apoyo se refiere. Los dos están en la "obligación" de hacer lucir bien a alguien a la vez que brindarle comodidad y seguridad. Claro está, no es lo mismo cortar tela que combinar sonidos, pero básicamente se parecen mucho. En este caso yo tuve en cuenta tres cosas fundamentales, cual medidas de sastre: la composición como obra inspirada a la cual hay que respetar, la intérprete dentro del tema y el concurso. Nadie manda una obra a una competición de esa magnitud sin pretender ganar. Eso está claro. Por tal motivo agregué un vocalizo al final que dio por resultado un grandioso de orquesta clásico de los concursos. Es como el sastre que agrega una cola al vestido de novia acorde con el evento, para resaltar la elegancia y arrancar aplausos.  «Leonardo es un autor de canciones exquisitas y de muy buen gusto.

 Tiene esa delicadeza que arrasa. Salvando distancias de época y de razonable respeto a los grandes, para mí es un Chopin trovador; y Vionaika, una cantante madura y de muy buena voz, solo le queda darle rumbo a su carrera porque el problema no es cantar bien, sino tener gente que te oiga y te respete en el país, en el mundo; de lo contrario, pasará al igual que tantas veces a lo largo de la historia de las provincias: pasa alguien ya viejito y en un banco del parque del pueblo se comenta: «Esa que va por ahí pudo llegar muy lejos…» 

DETRÁS DEL TILO

Autor: Leonardo García 

A menudo buscarte me cambia el airecomo le cambia el color al sendero,el cantor del charco se muda también de lugary hubo partes del cuento que no me dijeron.A menudo besarnos detrás del tilome desaparece en el árbol contigo.El señor del charco nos mira y se pone a cantaruna parte del tango que no me he aprendido.Entonces oigo nacer la hierba muda,como la música soy en tu cordura,puedo llegar a tus costas, jinete de mar,y navegarte bien.El aguacero empezó como ninguno,ya no me alcanza la voz con tanto ruido,solo me salvan tus orcas, jinete de mar,de este oscuro largo.A menudo buscarte me cambia el airecomo le cambia el color al sendero,el cantor del charco se muda también de lugar y hubo partes del cuento que no me dijeron.

 

Fuente:  Francisnet Díaz Rondón   / 04 de Mayo de 2007

  

 Tomado de http://www.vanguardia.co.cu/index.php?tpl=design/secciones/lectura/cultura.tpl.html&newsid_obj_id=11564

   

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