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Tele y Radio

Xiomara Fernández, una joya de las ondas radiales y la pantalla televisiva

Xiomara Fernández, una joya de las ondas radiales y la pantalla televisiva Es 2 de mayo de 1938. La corte suprema del arte, el afamado programa radial de la CMQ de Monte y Prado, está en la cumbre de la popularidad. Noche a noche, desfilan numerosos aspirantes ante el micrófono que puede consagrarlos rápidamente, siempre bajo la amenaza constante del campanazo reprobatorio. Y esa noche, una muchachita tímida y bella, estudiante de bachillerato del Instituto de la Habana llega a recitar. Su nombre: Julia Guerra Fernández "Yo para que no me conocieran así por si me tocaban la campana yo dije: Ziomara Fernández y el Xiomara con X lo inventó José Antonio, porque cuando yo llegué y puse el Ziomara, él dijo te lo vamos a poner con X, porque en aquellos momentos las Ziomara que había que no eran muchas eran con S o Z. A partir de mí, de ponerlo yo con X, que lo inventó José Antonio, ya todas las Xiomara que surgieron después del año 39 eran Xiomara con X". Xiomara me confiesa que anteriormente había hecho muy poco en el arte " Las fiestas de fin de curso. En la iglesia recitaba en Las flores de mayo. Y cuando estaba en el Instituto estaba el diario de La Marina cerquita y había un programa de aficionados que me embullaron mis compañeros a que me presentara recitando porque me gustaba recitar". Es un programa de la CMW diario de la Marina que lo anima "Kañita" un reconocido locutor. Ya después de la Corte Suprema se inscribe  como aficionada y allí es donde comienza su vida artística.. Al respecto ella rememora: " Eso fue un impulso que me dio. A mí me gustaba recitar. Yo cogía cualquier verso, cualquier poesía, y yo le leía y enseguida me emocionaba con ella y me gustaba decirla, pero no trabajé en ningún otro lugar de ir aquí, de ir allá, en teatros ni nada, era cosa que me gustaba recitar." Debuta con una poesía que se llama La  plegaria del huérfano pobre, de Juan Francisco López, una poesía muy sentimental, bonita, de una niña que le pide a Dios por su mamá que ha muerto,  muy triste, con eso gana, pero cuando se presenta ya por segunda vez, lo hace  con La rumba de Zacarías Tallet. Esa poesía la acompaña durante toda su vida artística.  Como casi todas las personas que abrazan una profesión artística, da los primeros pasos en la niñez cuando apenas tiene nueve años. Hace toda la instrucción primaria en el colegio Hoyo y Junco de la Sociedad Económica de Amigos del País, escuela gratuita que patrocina esa sociedad. Su profesora, a la que siempre recuerda con mucho cariño es Judith Martínez Villena, hermana de Rubén, uno de los intelectuales y políticos más brillantes de la década del treinta. Ella además es la esposa de José Zacarías Tallet. talentoso poeta y periodista, autor de la reputada obra La rumba. Y apunta Xiomara:" Ella tenía mucha facilidad para el arte y era la que montaba los show en la escuela de fin de curso y ella fue la que me montó La rumba." Además de la poesía su desarrollo es vertiginoso  y ya a comienzos de los años cuarenta, Xiomara se perfila como una actriz y locutora de referencia en la radio primero y más tarde, también, en la televisión. Pero, ¿cómo lo logra?  "Yo nunca había actuado. Entonces me gustaba más recitar, no di clases, de declamación sí, porque había un catalán que vivía al doblar de la CMQ llamado Pedro Boquet que era magnífico. Pero así dar clases para desarrollarme como artista nunca lo hice. Aprendí sobre la marcha. El primer programa que yo hice como actriz se llamaba El suceso del día, Yo era muy nueva y bastante joven y realmente no daba la talla como es debido y  Cambó me dijo un día, te voy a traer una actriz para que tu aprendas con ella, que se llama Sol Pinelli. Trajo a Sol Pinelli a trabajar en ese programa en el que estaban Otto Sirgo, Miguel Llao, lo dirigía Guillermo de Mancha. Con un elenco de primera, con artistas muy buenos y yo era la aficionada que acababa de debutar en ese programa sin tener ninguna experiencia artística y era un programa difícil porque había que hacer muchos tipos, lo mismo de jovencita, que de vieja, muy distinto cada personaje. Y vino Sol que salvó el programa y ahí se inició una amistad maravillosa entre Sol y yo". Y agrega: " Crusellas me llamaba a veces para trabajar en algunas cosas en las novelas. Y después ya me empezaron a llamar como locutora de comerciales. Yo creo que casi todos los programas de comerciales que se hacían por la CMQ yo los hacía. No tenía exclusividad. Yo pertenecí al elenco que era de la CMQ". En 1939 Agustín Lara visita Cuba  por invitación de Crusellas y Compañía. Todavía los jóvenes de la época recuerdan la presentación que le hace Gaspar Pumarejo: Treinta minutos frente al micrófono y junto al cofre musical de Agustín Lara. De su encuentro con Agustín Lara cuenta Xiomara Fernández:: "Agustín Lara Estaba caminando por los pasillos de CMQ con Pumarejo, que era el locutor de Crusellas y le preguntó  -¿de quién es esa voz?- y Pumarejo le dijo - bueno   de una actriz nuestra, Xiomara Fernández-. Me gustaría que me la presentaras. Pumarejo me buscó me llevó donde estaba  Agustín en un estudio. Entonces él me preguntó si yo cantaba. Yo le dije que no  –no me cantaría un pedacito de cualquier canción -. Yo no era cantante, ni cantaba, ni nada de eso. Yo ni me acuerdo lo que canté. Le canté un pedacito. –Me dijo: Bueno si yo le hago una canción y le monto una canción, usted la cantaría -. Dije yo no me atrevo como voy a cantar una canción con Agustín Lara, tan famoso en aquel entonces y que lo sigue siendo porque sus canciones no se olvidan. Accedí, me comprometí y entonces él hizo la canción Cuando me miraste tú, me la montó, debuté con ella en el Teatro Nacional, hoy García Lorca, en ese teatro la canté, canté en Matanzas y en Pinar del Río. Tuve ese atrevimiento, acompañada al piano por Lara, todavía recuerdo la letra". Toda la gloria fue mía /cuando me miraste tú / toda la gloria fue mía /cuando me miraste tú / se quedó sin luz el día / todo se quedó sin luz /y empezó la vida mía / cuando me miraste tú/ ahora ya no me miras / que le vamos a hacer / nadie podrá mirarme ni consolarme en mi padecer / ahora  ya no me miras / te ha cegado el rencor / quién sabe si otra vida / con tu mirada se iluminó /.  Xiomara fue el Sueño guajiro de Agustín Lara. Así me lo cuenta: " Cuando fuimos a Matanzas él se enamora de mí. Y estando sentada en el muro ese del Valle del Yumurí y él a mis pies, le hizo un poema a mis manos, a mi boca. Después cuando llegó aquí a la Habana hizo una canción que se llamó Sueño guajiro. Esa la cantó un famoso cantante, Javier Solís,  yo tengo por ahí la grabación de un cantante famoso, que es a la única persona que se la he oído cantar". Añade Xiomara: "Él ofreció casarse conmigo, pero yo le dije que no, que yo no estaba enamorada, que como amigo lo admiraba, como compositor...Él me pagaba el viaje a México con un familiar mío, mi mamá o mi hermana, quien fuera, para él hacerme cancionera allá en México, pero yo no acepté. Yo en aquel momento también no valoré lo que representaba eso de que Agustín Lara me acompañara al piano, y yo que no era nadie. Yo lo valoro hoy en día. Pero en aquel momento yo no le di importancia a que él me acompañara y yo cantara en el Teatro Nacional, tu sabes lo que es cantar en el Teatro Nacional yo que no era cantante."  Como cantante interviene en 1945 en un programa que se llama Xiomara canta, acompañada al piano por el maestro Felo Bergaza, con la producción y dirección  de Gaspar Arias. Se transmite por espacio de un año en la CMQ. Otros programas la tienen como animadora. En esta primera etapa, hasta 1950, se presenta en los principales programas de la CMQ, entre ellos, las Revistas musicales que escribe Arturo Liendo. Dramas de la guerra, con guión y dirección de nuestro primer novelista Alejo Carpentier, la narración de Marcelo Agudo y actúa  al lado de Enriqueta Sierra, Carlos Badías, Sol Pinelli y Guillermo de Mancha. En el serial Mister Chan con libreto de José Ángel Buesa, pertenece al elenco que encabezan Aníbal de Mar, Miguel Llao, Sol Pinelli y Guillermo de Mancha. También está presente en los episodios de Don Pancracio y Felipito  y en la novela Ángeles de la calle de Félix B. Caignet.  Precisamente con el sello autoral de Félix B. Caignet, trabaja en un clásico de la radio de Cuba para todos los tiempos El derecho de nacer, en 1948 y en 1988. "En el primer Derecho de nacer hice Graciela del Busto, que era un romance que tuvo Albertico Limonta, que era el protagonista de la novela conmigo, con  el personaje que yo hice. Y en la segunda versión hice la Sor Elena, la mamá de Albertico Limonta. En la primera canté, como Caignet también era autor, canté una canción que él compuso que se llamaba En silencio, que me la acompañó a la guitarra Eduardo Saborit. Maria Valero que era la que protagonizaba la novela que desafortunadamente falleció, era muy buena compañera, una gran actriz, amiga y compañera mía. Aquello fue una cosa muy lamentable. Y después vino Minín. Con Minín que se inició en La Corte Suprema del Arte, que nos conocíamos de siempre. Carlos Badías que era el galán y Lupe Suárez que era la Mamá Dolores... Trabajaba Carlos Paulín..." Su trabajo como actriz en la radio a partir de la década de los años cincuenta del pasado siglo es inmenso. Sólo una muestra representativa donde se encuentran espacios como Divorciadas que escribe Iris Dávila y dirige Mario Martínez Casado. La novela Pilón con guión de Félix Pita Rodríguez y Oscar Luis López en la dirección, La novela de las tres con libretos de Héctor Quintero y dirección de Julio Lot, El destino está en tus manos que escribe Gaspar Arias, Raffles de José Ángel Buesa, el Teatro CMQ, El alma de las cosas de Juan Herbello. Los cuatro últimos programas con  dirección de Sol Pinelli.  Entre los grandes programas que tiene a Xiomara Fernández como animadora está De fiesta con Bacardí.  En este programa se presentaban artistas de talla universal. Xiomara los recuerda: " Los recuerdo a todos, lo que pasa es que yo tengo un problema con los nombres que cuando voy a decir el nombre de alguien lo borro y se me va de la mente, pero yo los recuerdo a todos, porque todos fueron muy importantes, muy conocidos y yo me sentí muy halagada, muy orgullosa de poder trabajar con ellos. Es el programa que yo más recuerdo con más cariño y que me hace sentir mejor porque me sentía muy importante entre tanta gente importante. Pedro Vargas, el Trío Los Panchos, Jorge Negrete, Jorge Mistral, José Mojica, Pedro Infante, que lo adoraba porque que buen, que buen cantante, Los Calavera, Los Panchos, Tito Guizar, Imperio Argentina, Josephine Baker..." A partir de 1960 interviene en los principales programas de radio. Fundamentalmente El gran teatro del domingo, Leonardo Moncada, que escribe Enrique Núñez Rodríguez y protagoniza Eduardo Egea, Lo que el río arrastra con libretos de Ely Méndez García y La novela nueva, ambas con dirección de Oscar Luis López en CMQ. Después en Radio Progreso y Radio Rebelde trabaja en El teatro de las nueve, El cuento diario, La novela de las once, que dirige Reinaldo Miravalles, La capitana de la aurora, que escribe Pedro Urbezo, y protagoniza Gina Cabrera, secundada por magníficos actores, entre ellos Xiomara Fernández y  Luis Manuel Martínez Casado. En cuanto a los musicales interviene recitando en Caravana, con la animación de Manolo Ribeiro y Cepero Brito, lo dirige José Antonio Alonso y en una revista musical estelar en aquel momento Fiesta a las nueve, que dirige Oscar Luis López y tiene el sketch de Tota y Pepe, que escribe Alberto Luberta y que protagonizan Maritza Rosales y Manolín Álvarez. Xiomara Fernández también deja una profunda huella en la televisión como actriz y locutora. Entre los programas fundamentales que cuentan con su talento: Cascabeles Candado, Cabaret Regalías, Humo del recuerdo, Cita con René Cabell. Los espacios de teatro y cuento se visten de gala con sus actuaciones. También se le recuerda en el programa Rita y Willy con Rita Montaner, en el espacio Así comenzó la historia con dirección de Antonio Vázquez Gallo, Música y Alegría con dirección de Jesús Cabrera y en Casino de la alegría. Y entre los que recuerda con  mucho cariño Diviértase con Gravi, que anima José Antonio Alonso y dirige Roberto Garriga, La corte suprema en la televisión  o lo que es igual El programa de José Antonio Alonso. "Siempre trabajé en CMQ, nunca en otra emisora, hasta que en el año 60, la dirección en ese momento de CMQ me trasladó a Radio Progreso. Aquello fue para mí una tragedia. En aquel momento cuando me dijeron ahora pasas para Radio Progreso, me pareció que me quitaban de mi casa, del lugar que era mío, donde yo siempre estuve. Porque aquello era mí casa. Yo trabajaba Josefa, de domingo a domingo. Yo no dejaba de trabajar un día de la semana porque el sábado que no se hacía programas, de comedia, de novela y eso, yo tenía el programa Bacardí, que era de lunes a sábado y el domingo tenía Páginas de oro de nuestra música que era los domingos a las 9 de la noche. Pero yo disfrutaba aquello, para mí, mi trabajo era la vida. Yo me sentía muy bien trabajando y la CMQ era mi casa, yo vivía más allí que en mi casa. Cuando me pasan para Radio Progreso yo dije: Ay, pero me sacan de mi casa. Pero no, llegué a Radio Progreso y me recibieron con los brazos abiertos. Yo me sentí encantada... Y trabajé allí en muchísimos programas". El 20 de noviembre del 2003 cuando bajamos los peldaños que separan su residencia de la calle le hago la última pregunta. Xiomara, usted comparte la vida del destacado animador y director de la radio y la televisión José Antonio Alonso, durante treinta y cinco años. ¿Que significación tiene en su vida personal y artística?. Me parece verla con los ojos iluminados, se lleva la mano al corazón, para decir "José Antonio Alonso es EL MAYOR REGALO QUE ME DIO LA VIDA". 

Xiomara Fernández estará siempre en la memoria, es una de los joyas que deslumbra, para todos los tiempos, las ondas y la pantalla de la radio y la televisión cubanas.

  

Fuente:  "En la memoria radial" Una sección a cargo de Josefa Bracero Torres

Disponible en:  http://www.radiocubana.cu/historia/la_memoria_radial/xiomara_fernandez.asp

   

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