Reflexiones del compañero Fidel: Cinismo genocida (Primera parte)
								
				
				El líder de la Revolución Cubana expone que concluida la operación  en Libia, la OIEA lanzó el informe político que pone el mundo al borde  de la guerra con empleo de armas nucleares que el imperio yanki, en  alianza con Gran Bretaña e Israel, viene preparando minuciosamente  contra Irán. En estas circunstancias, «estamos en la obligación de crear  conciencia sobre los riesgos que la humanidad está corriendo de forma  inexorable, hacia una catástrofe definitiva y total», nos alerta Fidel.
 
Ninguna persona cuerda, especialmente aquellos que tuvieron acceso a  los conocimientos elementales que se adquieren en una escuela primaria,  estaría de acuerdo con que nuestra especie, de modo particular los que  son niños, adolescentes o jóvenes, sean privados hoy, mañana y para  siempre del derecho a vivir. Jamás los seres humanos a lo largo de su  azarosa historia, como personas dotadas de inteligencia, conocieron  experiencia semejante.
Me siento en el deber de transmitir a  aquellos que se toman la molestia de leer estas reflexiones, el criterio  de que todos, sin excepción, estamos en la obligación de crear  conciencia sobre los riesgos que la humanidad está corriendo de forma  inexorable, hacia una catástrofe definitiva y total como consecuencia de  las decisiones irresponsables de políticos a quienes el azar, más que  el talento o el mérito, puso en sus manos el destino de la humanidad.
Sean  o no los ciudadanos de su país portadores de una creencia religiosa o  escépticos con relación al tema, ningún ser humano en su sano juicio  estaría de acuerdo con que sus hijos, o familiares más allegados,  perezcan de forma abrupta o víctimas de atroces y torturantes  sufrimientos.
Tras los crímenes repugnantes que con frecuencia  creciente viene cometiendo la Organización del Tratado del Atlántico  Norte, bajo la égida de Estados Unidos y los países más ricos de Europa,  la atención mundial se concentró en la reunión del G-20, donde se debía  analizar la profunda crisis económica que afecta hoy a todas las  naciones. La opinión internacional, y particularmente la europea,  esperaban respuesta a la profunda crisis económica que con sus profundas  implicaciones sociales, e incluso climáticas, amenazan a todos los  habitantes del planeta. En esa reunión se decidía si el euro podía  mantenerse como la moneda común de la mayor parte de Europa, e incluso  si algunos países podrían permanecer dentro de la comunidad.
No  hubo respuesta ni solución alguna para los problemas más serios de la  economía mundial a pesar de los esfuerzos de China, Rusia, Indonesia,  Sudáfrica, Brasil, Argentina y otros de economía emergente, deseosos de  cooperar con el resto del mundo en la búsqueda de soluciones a los  graves problemas económicos que le afectan.
Lo insólito es que  apenas la OTAN dio por concluida la operación en Libia —tras el ataque  aéreo que hirió al jefe constitucional de ese país, destruyó el vehículo  que lo transportaba y lo dejó a merced de los mercenarios del imperio,  quienes lo asesinaron y exhibieron como trofeo de guerra, ultrajando  costumbres y tradiciones musulmanas— la OIEA, órgano de Naciones Unidas,  una institución que debiera estar al servicio de la paz mundial, lanzó  el informe político, tarifado y sectario, que pone el mundo al borde de  la guerra con empleo de armas nucleares que el imperio yanki, en alianza  con Gran Bretaña e Israel, viene preparando minuciosamente contra Irán.
Después  del “Veni, vidi, vici” del famoso emperador romano hace más de dos mil  años, traducido al “vine, vi y murió” transmitido a la opinión pública a  través de una importante cadena de televisión tan pronto se conoció la  muerte de Gaddafi, sobran las palabras para calificar la política de  Estados Unidos.
Lo que importa ahora es la necesidad de crear en  los pueblos una conciencia clara del abismo hacia dónde la humanidad  está siendo conducida. Dos veces nuestra Revolución conoció riesgos  dramáticos: en octubre de 1962, el más crítico de todos en que la  humanidad estuvo al borde del holocausto nuclear; y a mediados de 1987  cuando nuestras fuerzas se enfrentaban a las tropas racistas  sudafricanas, dotadas con las armas nucleares que los israelitas les  ayudaron a crear.
El Sha de Irán también colaboró junto a Israel  con el régimen racista y fascista surafricano.
¿Qué es la ONU?,  una organización impulsada por Estados Unidos antes de finalizar la  Segunda Guerra Mundial. Esa nación, cuyo territorio distaba  considerablemente de los escenarios de guerra, se había enriquecido  enormemente; acumuló el 80% del oro del mundo y bajo la dirección de  Roosevelt, sincero antifascista, impulsó el desarrollo del arma nuclear  que Truman, sucesor suyo, oligarca y mediocre, no vaciló en usar contra  las ciudades indefensas de Hiroshima y Nagasaki en el año 1945.
El  monopolio del oro mundial en poder de Estados Unidos, y el prestigio de  Roosevelt, le permitió el acuerdo de Bretton Woods que le asignó el  papel de emitir el dólar como única divisa que se utilizó durante años  en el comercio mundial, sin otra limitante que su respaldo en oro  metálico.
Estados Unidos, al finalizar aquella guerra, era  también el único país que poseía el arma nuclear, privilegio que no  vaciló en transmitirle a sus aliados y miembros del Consejo de  Seguridad: Gran Bretaña y Francia, las dos más importantes potencias  coloniales del mundo en aquella época.
A la URSS, Truman ni  siquiera le informó una palabra del arma atómica antes de usarla. China,  entonces gobernada por el general nacionalista, oligárquico y proyanki,  Chiang Kai-shek, no podía ser excluido de aquel Consejo de Seguridad.
La  URSS, golpeada duramente por la guerra, la destrucción y la pérdida de  más de 20 millones de sus hijos por la invasión nazi, consagró ingentes  recursos económicos, científicos y humanos para equiparar su capacidad  nuclear con la de Estados Unidos. Cuatro años después, en 1949, probó su  primera arma nuclear; la de Hidrógeno, en 1953; y en 1955 su primer  megatón. Francia dispuso de su primera arma nuclear en 1960.
Eran  solo tres los países que poseían el arma nuclear en 1957, cuando la  ONU, bajo la égida yanki, creó la Organización Internacional de la  Energía Atómica. ¿Imagina alguien que ese instrumento de Estados Unidos  hizo algo por advertir al mundo los terribles riesgos a que expondría la  sociedad humana cuando Israel, aliado incondicional de Estados Unidos y  la OTAN, ubicado en pleno corazón de las más importantes reservas del  mundo en petróleo y gas, se constituyera en peligrosa y agresiva  potencia nuclear?
Sus fuerzas, en cooperación con las tropas  coloniales inglesas y francesas, atacaron Port Said cuando Abdel Nasser  nacionalizó el Canal de Suez, propiedad de Francia, lo que obligó al  Primer Ministro soviético a transmitir un ultimátum exigiendo el cese de  aquella agresión, que los aliados europeos de Estados Unidos no  tuvieron otra alternativa que acatar.
Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz
Noviembre 12 de 2011
8 y 15 p.m.
0 comentarios