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Hay que poner los pies en tierra...en nuestra tierra. Opinión de nuestro editor sobre un comentario del bloguero Adrián Quintero titulado La misma noticia

Hay que poner los pies en tierra...en nuestra tierra.  Opinión de nuestro editor sobre un comentario del bloguero Adrián Quintero titulado La misma noticia

Hay que poner los pies en tierra...en nuestra tierra; así titula su comentario nuestro editor Alexander Jiménez, a propósito de un post del bloguero Adrián Quintero titulado La misma noticia, el cual reproducimos al final del artículo.

Hay que poner los pies en tierra...en nuestra tierra

El autor de "La misma noticia" emite algunos criterios valiosos y otros que me hacen pensar que tiene los pies en las nubes.  Le respondo a título muy personal.

Hay un fragmento de su comentario, que me preocupa.  Dice Adrián: "¿Cómo es posible que si anoche se clausuró un festival importante en Sagua, usted tenga que esperar dos días para escuchar las declaraciones de los ganadores en la revista informativa de la mañana?" ...Realmente es algo a analizar y superar por el colectivo de CMES, en el supuesto de que esté sucediendo realmente.

Pero hay otros segmentos del artículo de Quinteros que me incitan a cuestionarlo. "Hay que hacer todo lo posible para evitar que la radio de las mañanas sea la misma en Villa Clara y en Maisí", afirma. Pareciera que es nuevo en la radio o en los medios, y se olvida de aspectos intrínsecos al desempeño de nuestro oficio, que no se aprenden en una Universidad, en un curso para directores de radio, pero que te los da la vida, el oficio, la práctica diaria.

Ahora bien, considero que el comentarista no eligió felizmente la provincia, ni la emisora ni el programa a criticar, pues la Radio Revista W, de la CMHW de Villa Clara (en lo adelante RRW) destaca por ser un magacín radial con un notable por ciento de informaciones provinciales y locales; acertado uso de la crítica en vivo, empleo de un equipo de control remoto; y notable presencia del género  comentario,  que la distinguen de los otros dos noticieros de la CMHW.  Lo expresan añejas y recientes investigaciones nacionales y de nuestro grupo metodológico.

¿No escuchó Quinteros en esa propia emisión las novedades y primicias que transmitió la RRW en voz del periodista Abel Falcón mediante la unidad móvil?  ¿No se detuvo en el diálogo entre Falcón y la conductora del espacio Aymara Orizondo sobre inquietudes de la población? ¿No prestó atención a las secciones, también con temas propios, que no salieron en el matutino Patria?  

No es lo mismo oír que escuchar; ni escuchar que monitorear.  Para hacer un análisis crítico hay que monitorear.  Y no basta --si es que se pretende ser serio y creíble-- con lo que escuché una mañana al despertar.  

Pero volvamos al tópico de la reiteración en radio y televisión.

Las personas que tienen acceso a ver la televisión satelital, luego de dos o tres días frente a la pantalla, por lo general, dejan de concederle tanta importancia a este asunto de las reiteraciones, o al menos --si son inteligentes-- valoran que es algo que ya forma parte de las rutinas y las llamadas mediaciones.  La antigua CNN en español, te repetía el mismo reporte en bruto en "Al día", con Carlos Montero; luego con Glenda Umaña; más tarde en el Encuentro con Daniel Viotto; luego en Directo desde Estados Unidos; si era importante también lo repetían en Panorama Mundial, con Patricia Janiot y...lo mismo hace TVE (Television española en su canal Internacional  y en el de 24 horas); igual pasa ahora en TeleSur, en VTV, en Univisión, en las cadenas chinas de TV, etc...

Todo medio tiene su agenda mediática, y sabe lo que repite, y por qué lo repite.  

Esto también ocurre en nuestra televisión. El mismo reporte que sale en el NTV estelar, también lo vemos al cierre; luego en Buenos días; horas después con Mariuska y Froilán al Mediodía, y hasta en el noticiero de la ANSOC  a las 4 de la tarde.  El reporte se mantiene; lo que cambia es el empaque, los presentadores, el encajillo de presentación, como diríamos en radio o el locutor en cámara, como diría la gente de la TV.  No es algo a aplaudir, pero obedece a una coyuntura.

En un país como Cuba, con escasos recursos, déficit de autos para coberturas; sin productores, al menos en la radio, y con líneas editoriales muy particulares, resulta ingenuo pensar en que solo va a salir un material periodístico en dos emisiones informativas.  

Ah, para no dejar cabos sueltos: si algo caracteriza a la CMHW es que intenta y logra exitosamente lo que propone el editor de este blog.  Lo cito: "...decir las cosas varias veces, no significa decirlas de la misma forma".  Al que le sirva el sayo...

En otro momento de su post, el bloguero Adrián Quintero se hace esta interrogante: "¿Por qué no pudiéramos soñar para la RRW con un equipo periodístico propio que siga una línea argumental?"  Y le respondo:  Claro que podríamos soñar; de hecho todos soñamos con un mundo mejor, con una radio mejor, y  trabajamos para eso.  ¿O cree que los demás no soñamos?  Ahora bien, soñamos con un ojo abierto, para no caernos.  Y -por cierto- la RRW tiene un equipo de periodistas y comentaristas muy propio de ella:  Abel Falcón, Normando Hernández, Aldo Isidrón del Valle, Luis Orlando Pantoja e Hilda Cárdenas Conyedo...¿Quiere más?  

Y en relación con las famosas líneas argumentales, también llamadas hilos conductores o temas centrales, le invito a actualizarse, y a conocer qué opinan los oyentes al respecto.  Sobre todo cuánto les aburren y qué hacen con el botón del dial cuando una radio revista se pasa dos horas abordando un mismo tema.  Preferimos una RRW con un amplio abanico de temas y no el mismo sonsonete toda la mañana.  

Por fortuna en CMHW hay programas que una vez a la semana siguen una línea argumental y salen muy airosas de tal empeño.  Me refiero a los estelares "Aquí se habla de todo" y "Alta Tensión".  Ambos demuestran que en la Reina Radial del Centro no trabajamos "para engrosar informes de balance".

Sin embargo, nos alegra ser motivo de comentario en el blog Con voz propia.  Como sabemos, en Cuba todo el mundo se cree con derecho a opinar de televisión, radio y sobre la conformación del equipo nacional de béisbol, y quién lo dirige.

Me parecen válidas las opiniones de este bloguero, pero en tiempos como los actuales, también hay que reiterar.  No todo el mundo es "ratón" de radio, como muchos colegas del medio que se levantan por la mañana a monitorear radio, más que escuchar el medio y disfrutarlo.  La gente común no tiene esos hábitos, tiene otras expectativas en su vida: van de paseo; salen de casa a ver qué vino a la casilla o a la pescadería; madrugan para hacer una cola frente a un consulado o al Bufete Internacional; salen  a marcar para la carne de cerdo; a llevar los niños a la escuela; a ver si  tuvo suerte la noche anterior... en fin, no viven --como muchos de nosotros-- "chiflados" por la radio.

Claro, y todo el mundo quiere dirigirte el programa a su antojo.  Por ejemplo, el domingo pasado comencé el programa Despertar en familia, con la triste noticia sobre la muerte de la cantante Whitney Houston.  Eso lo dijimos a las 7 y 10 de la mañana.  A eso de las 8 menos 5 nos llamó a cabina, por el directo, un colega indignado porque "parece mentira que ustedes aún no hayan dicho nada de la muerte de Whitney".  Luego de contarle, nos confesó que se había levantado a las siete y media de la mañana; se había conectado a internet, leído el titular en Cubadebate, y como no había oído algo en la radio, pensaba que nos habíamos "comido el millo".  

En fin, todo el mundo lleva un editor y un director de programas por dentro.  Claro serían mejores si tuvieran los pies bien afincados a la tierra, a nuestra tierra, con sus peculiaridades y encantos.

Escrito por Alexander Jiménez Díaz, a título personal.

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lunes 30 de enero de 2012

LA MISMA NOTICIA

Hoy desperté escuchando la emisora provincial CMHW y no me extrañó escuchar hablar a una periodista acerca del interés que prestó Martí a las plantas medicinales, “con el propósito de sumarse a la celebración por el aniversario veinte del noticiero Patria”.

El trabajo se había confeccionado para otro programa, no para la Radiorevista W, que era la que se hallaba en el aire en ese momento. Aunque al final, apelando al demostrativo tan frecuente en nuestros medios, se identifica así: “Para ESTE espacio informó…Fulana de Tal”.

Es común que los periodistas –como parte de su labor cotidiana- no contribuyan a defender el estilo de cada programa y que hagan el mismo trabajo para todo el mundo. A veces, ni siquiera, acuden al estudio de grabaciones a cambiar el saludo. Ese frío saludo con que responden a nuestros locutores. Hace pocos días en “La explosión de las 12” –el informativo-deportivo de la W-, una colaboradora comenzó su información con un “buenas tardes”. No, se había equivocado. Sencillamente ese trabajo había salido al aire originalmente en la mañana.

También hemos advertido lamentables casos de saturación. Semanas atrás, cuando se cumplieron cien años de la muerte del científico sagüero Joaquín Albarrán, Maykel González elaboró una crónica que, aunque se destacaba por su calidad, no debió haber salido al aire cuatro veces en Radio Sagua.

Aprendí que en la radio hay que repetir. Pero decir las cosas varias veces, no significa decirlas de la misma forma.

Es posible que las políticas informativas hayan hecho mermar la creatividad de nuestro periodismo, cada vez más sectorializado. No creo que si usted es periodista y constata que algo estuvo mal en un centro de salud, tenga que quedarse callado, sencillamente porque ese no es el sector que atiende. También hay acomodo en el sector. ¿Cómo es posible que si anoche se clausuró un festival importante en Sagua, usted tenga que esperar dos días para escuchar las declaraciones de los ganadores en la revista informativa de la mañana?

Se ha olvidado que la radio exige inmediatez y nuestros periodistas viven atados al estudio de ediciones.

Una emisora como W, por ejemplo, con un equipo de periodistas experimentado, que ha tenido no pocas incorporaciones de jóvenes egresados de la especialidad en los últimos años, debiera preguntarse qué de nuevo puede presentar a sus oyentes en la revista informativa de la mañana. Los trabajos enlatados –salvo los de coberturas especiales- pudieran quedar para el noticiario “Patria”.

¿Por qué no pudiéramos soñar para la RRW con un equipo periodístico propio que siga una línea argumental? No tendría que ser una camisa de fuerza, ni siquiera un plan temático para engrosar informes de balance. Sino, un sencillo mecanismo de planificación que evitar convertir el programa en un almacén de informaciones.

Hay que hacer todo lo posible para evitar que la radio de las mañanas sea la misma en Villa Clara y en Maisí. Para evitar que todos, como diría Arnaldo en la canción-tema de una telenovela, estemos trasmitiendo la misma noticia.

 

Publicado por Adrián Quintero Marrero en 14:47 0 comentarios

1 comentario

Adrián Quintero -

Desde la misma acera, una contrarréplica al texto de Alexander Jiménez

Alexader:

Permíteme que Quintero (más vale escribirlo en singular, que para “provocadores” con uno basta) use la segunda persona y trueque el Jiménez por el tú.

Dices que emito “algunos criterios valiosos” y expresas párrafos abajo: “Sin embargo nos alegra ser motivo de comentario en el blog Con voz propia”. Prefiero no esperar mucho para el elogio y ahorrarme el “sin embargo”. Es una suerte que estés entre los pocos del medio que se interesan por estos temas. Elogio la agilidad con que te integras a la polémica. Absolutamente todos tus criterios son valiosos. No compartidos, sí valiosos. Aprecio cualquier acto favorecedor del pensamiento crítico. No merece la pena analizar las intenciones o competencia de quien lo formule.

Nos equivocamos tratando de invalidar el derecho de los demás a expresarse. Expresas que en Cuba “cualquiera se cree con derecho de criticar a los medios”. En Cuba -en cualquier parte- los medios son criticables. El consumidor no “se cree”, tiene el derecho de opinar. El ciudadano de a pie tal vez lo haga moviendo el botón de la sintonía. Los “chiflados” o “ratones”, trataremos de teorizar sobre el producto comunicativo. Precisamente eso me proponía: expresar algunos puntos de vista acerca de los informativos en la radio cubana, más que exponer el informe de un monitoreo.

No podía decir nada sobre Radio Surco o Radio Holguín, porque me resulta imposible captar la señal de esas plantas. Traté de conferir un carácter abarcador al comentario y mencioné ejemplos de por lo menos dos emisoras: Radio Sagua y la CMHW. Es una pena que tú solo puedas aportarme tus ideas acerca de la labor informativa de la emisora donde trabajas. Porque, insisto, era mi propósito suscitar el debate sobre la radio cubana en general.

Vayamos a la réplica en cuestión:

1-Sobre el título: Tengo los pies “en la tierra…en mi tierra”, por eso hablo de sus problemas y me evito hacer comparaciones con medios extranjeros y con la televisión. No obstante, si de comparaciones se trata, la periodista Minosca Cadalso, corresponsal de Radio Rebelde en Villa Clara, me contó que su emisora no suele aceptar los mismos trabajos para varios programas. Al menos, los reporteros se ahorran el famoso ”Para este espacio…” en las despedidas.

2-Dice Alexander sobre Quintero (s): “Pareciera que es nuevo en la radio o en los medios, y se olvida de aspectos intrínsecos al desempeño de nuestro oficio, que no se aprenden en una Universidad, en un curso para directores de radio, pero que te los da la vida, el oficio, la práctica diaria”. Precisamente porque no soy nuevo en la radio considero que nuestros informativos –en sentido general- son limitados y homogéneos, o por lo menos perfectibles.
3-Alexander pregunta: “¿No escuchó Quintero en esa propia emisión las novedades y primicias que transmitió la RRW en voz del periodista Abel Falcón mediante la unidad móvil? ¿No se detuvo en el diálogo entre Falcón y la conductora del espacio Aymara Orizondo sobre inquietudes de la población? ¿No prestó atención a las secciones, también con temas propios, que no salieron en el matutino Patria?” Presté atención –efectivamente- a las novedades de la RRW, especialmente al desempeño del periodista Abel Falcón. Parece que “preferimos” evitar señalar las cosas “valiosas”.

4-Dice Alexander: “Todo medio tiene su agenda mediática, y sabe lo que repite, y por qué lo repite”. ¿Podrás –a título personal- explicarme por qué RRW repite los mismos titulares del noticiero “Patria”?. Me consta que sucede así todos los días. (También considero la oportunidad de “disfrutar” la radio, por eso sintonizo estos programas asiduamente).

5-Sobre la RRW con la que yo sueño: Colega, nunca te he negado la posibilidad de soñar. Yo solo expresé mi sueño. Tal vez plasmes los tuyos en tu página. O mejor, quizá perciba su materialización cuando la W renueve otros espacios, como sucedió con el matutino Patria. (Por cierto, te felicito por ese logro).

6-En cuanto a lo de los hilos conductores, podemos estar de acuerdo…No los necesitamos todos los días. Fui claro: dije que no deben ser camisas de fuerza.

7-No acusé a nadie por “engrosar informes para reuniones de balance”. Como dices tú: “al que le sirva el sayo”.

8-Retomemos lo de “nos alegra ser motivo de comentario en el blog ‘Con voz propia’”. ¿Por qué utilizas el “nos” si escribes a título personal y no estás implicado directamente en la realización del espacio que más encono ha despertado en esta polémica?

Comprendo el sentido de pertenencia que experimentas para con la W y para con la Radiorrevista. Te felicito por la profesionalidad con la que asumiste su dirección por unos cuantos años. Pero no se trata de una propuesta perfecta. Hierras al erigirte como juez para determinar que criticarlo no constituye una “feliz idea”.

Desde mi blog no tengo la intención de dirigirle el programa a nadie. También yo estoy ocupado en cosas como las que tú mismo dices -hacer colas…etcétera, etcétera- y dirigir mis propios programas, también criticables. Espero que lo que no suceda nunca es que, inmersos en nuestros propios asuntos, emisoras y programas- terminemos olvidando la siempre enriquecedora cultura del debate y nos coloquemos en aceras opuestas para defender ciegamente la parcela la cual formamos parte.