Otra acción del cerco estadounidense: Bloqueo contra la libertad religiosa
Sheyla Delgado Guerra/ tomado de granma La más reciente de las violaciones del bloqueo estadounidense, esta vez contra la libertad religiosa en nuestro país, fue denunciado ayer tras ser congelados por la sucursal en Miami del banco ecuatoriano Pichincha unos 101 mil dólares que debieron ser transferidos semanas atrás para sufragar gastos de alimentación y hospedaje de los participantes en la VI Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). Según se le notificó al CLAI "los fondos no están bloqueados, sino congelados", informó a la prensa su presidente, el obispo Julio Murray, quien insistió además en la urgencia de que sea liberado ese capital, pues pertenece a iglesias e instituciones religiosas latinoamericanas y caribeñas, y está destinado a un evento de gran impacto en la evangelización. Como aseveró durante la lectura de la declaración oficial el reverendo Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, la única razón de tal medida es que nuestro país será la sede de la Asamblea. "Una vez más se manifiestan las políticas de bloqueo contra Cuba y su pueblo por parte de la presente administración estadounidense, como diez anteriores lo han hecho. Ese proceder constituye una seria limitación a la libertad de las iglesias cristianas para desarrollar su labor", subrayó. El reverendo Nilton Giese —secretario general del CLAI— explicó que, tras contactar con el banco a inicios de noviembre en Miami para saber lo sucedido, les informaron que los fondos estaban momentáneamente congelados hasta conocer su destino. "Emitimos la carta y después obtuvimos varias respuestas telefónicas diciendo que todavía estaban analizando. Pero de eso ya hace casi cuatro semanas", apuntó. La realización de dicha asamblea tiene lugar cada seis años y, por decisión de la junta directiva del CLAI, se acordó que La Habana fuera sede de la sexta edición del cónclave, previsto del 19 al 24 de febrero del 2013 y con la participación de unos 400 delegados. Al no disponer de los recursos destinados para el evento, el Consejo de Iglesias de Cuba anunció la movilización de las iglesias cubanas para recaudar fondos, así como apela al apoyo internacional en respuesta al cerco norteamericano. De acuerdo con Murray, tal limitación viola las propias normas del Departamento del Tesoro en esa nación, que facultan el envío de remesas o transferencias de este tipo con fines religiosos. En la declaración realizada por el reverendo Ortega Dopico se sostiene cómo Estados Unidos, que "se autoproclama ejemplo de la libertad religiosa en el mundo, la limita y la coarta con políticas éticamente inaceptables".
Cuando restan pocos meses para la celebración del encuentro, el Consejo Latinoamericano de Iglesias —que agrupa a 188 iglesias y organismos ecuménicos de 20 países— ratifica la decisión de mantener la sede, porque Cuba es un testimonio vivo para el mundo en cuanto a libertad religiosa.
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