Amor, respeto e inclusión #Cuba
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
El amor, el respeto y la inclusión en el hogar, por una familia libre de homofobia y de transfobia, fue el tema de la Mesa Redonda de este lunes, en la que diversos especialistas respondieron a interrogantes como estas: ¿Es suficientemente inclusiva la familia cubana?, ¿A quién discrimina?, ¿Qué se hace para que sea el principal espacio de socialización?
Mariela Castro Espín, directora del Centro de Educación Sexual en Cuba (Cenesex), ahondó en que la familia es una institución muy importante. “Es el espacio familiar en el que se encuentra toda la acogida o no, los afectos, los apoyos en todo el proceso de crecimiento. Pero hay quienes sufren la discriminación. Es el espacio de mayor aprendizaje de un ser humano, y cuando no se logra dialogar para la solución de las contradicciones, se sienten que tienen que buscar otros apoyos y a veces no encuentran los mejores, se sienten muy desamparados.
“Cuando se decide ser madre y padre, este es un proyecto que hay que preparar y hay que consultar a muchos especialistas. Además no es un don de la naturaleza, a ser padres se aprende. Los espacios socializadores como la escuela, los medios de comunicación… deben apoyar a las familias, tanto a las hétero como a las parejas del mismo sexo, quienes han demostrado que son capaces de ser muy buenos padres”.
Añadió que la discriminación no se expresa solo por la orientación sexual, sino que una misma persona puede ser víctima de varias discriminaciones. “Por el color de su piel, por su orientación sexual, por su género como mujer, por su tamaño, por muchas cosas…” E insistió en que la escuela, la familia son espacios socializadores en los cuales se debe enseñar que no se debe lastimar a los demás y sobre todo no quitar derechos y oportunidades.
En su intervención dijo estar en contra del estigma de que la sociedad cubana es machista. “Este es un problema del mundo, que es patriarcal. Acá no es tan diferente al resto del mundo, ahora sí hay una distinción: la Revolución Cubana, que instituyó valores diferentes, y eso hace que se erosionen determinados poderes como la relación entre el campo y la ciudad, y otras brechas de desigualdad que quedan, pero que no es lo mismo que cuando comenzó el proceso revolucionario. Aquí hay una Revolución que nos hace ver otros países y que dignifica cada vez más el papel de muchas personalidades en la historia. El desconocimiento, la ignorancia y los prejuicios no nos pueden llevar a discriminar a las personas”.
Manuel Vázquez, directivo del Cenesex, sumó a esta mirada que los derechos sexuales nos permiten disfrutar de manera plena nuestra sexualidad, de manera amplia, pero unido a esto se incluye la responsabilidad. “Los derechos de este tipo constituyen la libertad para expresar nuestra sexualidad de todas las maneras posibles, la posibilidad de participar en la vida pública, e incluso en nuestro Estado sin que medie ningún prejuicio…. Uno de los derechos más discutidos es el derecho a formar una familia. Tenemos el derecho de formar a una familia asistiendo a instituciones para la reproducción asistida o el método adoptivo. Es importante destacar que hay tantas configuraciones de familias legítimas como personas haya.
Recientemente también Cuba fue sede de la VI Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC), y esta coincidió además con la VII Jornada Cubana contra la Homofobia. Por ello Gloria Careaga, cosecretaria de la ILGALAC, fue una de las voces de este panel.
Para la experta, América Latina es hoy la región más viva en términos de la búsqueda de protección de los derechos de LGTBI, donde se están desarrollando las propuestas más progresistas y donde no se sigue una agenda única sino se trabajan las particularidades. Hay países que se han orientado más a las reformas legales que brinden protección desde las leyes a los derechos de estas personas, mientras que en otros no ha habido los mismos avances legales, pero se han impulsado políticas públicas y acciones de los gobiernos, que han favorecido la protección de estos derechos o el disfrute de los beneficios sociales que tiene toda la población.
“En ese sentido me parece que Cuba, al igual que Colombia y Brasil, apunta más por la segunda opción, con muchas más acciones que reformas legales, aunque lo ideal es que caminen paralelamente, lo cual no siempre se logra”.
Alegó que en Cuba los avances son más notables que lo que uno piensa. “En México tenemos avances que se sitúan más en la Ciudad de México. El Gobierno de esta ciudad nos ha permitido dialogar mejor, ser escuchados como movimiento social y nos escucha. Ya logramos el matrimonio igualitario, se despenalizó el aborto, creo que vamos bien. En México el avance que ha tenido el gobierno en la capital ha forzado que el gobierno nacional abra los ojos y digan que tenemos que avanzar por ahí. Y en Naciones Unidas le hicieron varias recomendaciones que nos abren nuevas perspectivas”.
Federico Graña, miembro del Partido Comunista Uruguayo, uno de los países abanderados, junto a Argentina, en la conquista de los derechos sexuales de la comunidad LGTBI, precisó que “en el proceso de construcción social entre sociedad civil y gobierno fue que logramos encaminar nuestras demandas. Primero vino el acceso de la izquierda al poder, eso permitió cambiar el mapa de relaciones. Veíamos que este gobierno prometía y después lo cumplió, veíamos que se iba a abrir el espacio. Y se abrieron las oportunidades para que ese movimiento creciera. Había personalidades que no vivían abiertamente su orientación sexual, se concentraban más en el sector cultural, pero en los políticos no era evidente. Y esto fue cambiando”.
Compartió que ellos se dieron cuenta que antes del matrimonio entre personas del mismo sexo, era más necesaria una ley de identidad de género. “Una cosa es tu orientación y otra cosa es quién sos, cómo te sentís que sos. Y a veces en las sociedades hay varones que biológicamente al nacer se sienten mujeres. Después logramos que una persona trans redactara la ley del matrimonio igualitario. Son dos novedades importantes”.
Pedro Paraíso, de Argentina, dijo que en su país hay igualmente muchos logros. “Por un lado hubo una lucha, y todo un camino a partir de 2002, y en 2010 se reconoció el matrimonio igualitario. Lo que logramos nos superó como comunidad LGTBI porque nosotros debatimos el principio de la igualdad y la no discriminación, pero el debate se amplió. Fue algo muy interesante y los grupos que se opusieron fueron opacados por la fuerza de la inclusión. Estábamos hablando de un Estado laico que tenía que defender el derecho para todas y todos. Una de las cosas más importantes que me ocurrió fue que cuando fui al Senado de la nación cerré el discurso con las palabras de toda mi familia, pidiendo al pueblo que permitiera la inclusión y rompiera el paradigma de represión, de ocultamiento… que se trataba de una reparación histórica”.
Después, dijo, vino la identidad de género, que es también una cuestión de vanguardia. “Se trata de la no patoligización de una determinada orientación sexual. Pero esto fue mucho más fácil. En Argentina se tuvo en cuenta los debates y la ley lo que hizo fue tomar esa definición, para que se pueda acceder al derecho de la identidad de género sin discriminación. Yo decido cuál es mi género y cómo definirme, sin condicionamientos. La ley incluyó acciones integrales, esto es importante, porque se trata de una comunidad excluida y a veces desde la propia familia. Esta cuestión permite el reconocimiento hasta de miles de adolescentes, para que se les conozca la capacidad progresiva. El mismo desarrollo de su identidad de género pueda hacerse mediante tratamientos hormonales, o no, eso depende de la voluntad de cada uno. Todo esto demandó mucha dignidad en la defensa de esta propuesta”.
El día 17 de mayo se celebrará en Bayamo, el acto central por el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Sobre este acontecimiento, Manuel Vázquez aportó que se escogió a esta provincia porque se ha seguido como tradición que las actividades no solo se concentren en La Habana, y a la misma vez se reconocen los logros de los territorios en esta lucha.
“Hablando de equidad y justicia vamos a hacer coincidir estas celebraciones con las del Día del Campesino, porque son dos hechos de justicia social y dos momentos reivindicatorios de esta sociedad”.
Sobre el Código de Familia vigente en Cuba, comentó que este se promulgó desde el año 1975, y que en su momento fue de los más avanzados en la región, pero hay que atemperarlo a las relaciones sociales que se han dado y avanzar en la aprobación de un Código más actualizado, con reconocimiento de las familias diversas.
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