Por siempre Luis Carbonell #Cuba
María Elena Balán Sainz
La Habana, 24 may (AIN) Luis Carbonell, quien falleció en esta capital a los 90 años de edad, será sepultado a las cuatro de la tarde en el cementerio Cristóbal Colón.
Su cadáver está expuesto en la sala Rubén Martínez Villena, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, lugar al cual acuden familiares, amigos y figuras del sector cultural a testimoniar su pesar por el deceso del Acuarelista de la Poseía Antillana.
Una nota del Instituto Cubano de la Música señala que Carbonell fue un músico universal, ejemplo de profesionalidad y cubanía, quien realizó su quehacer artístico con exigencia, disciplina y humildad.
Repertorista de muchos artistas, trabajó con los cuartetos de Facundo Rivero, de Mario Fernández Porta, Los Cañas y el suyo.
Participó como jurado en muchos certámenes y se le recuerda por sus enseñanzas en el comité del Premio de Cubadisco, en el que dejó su profunda huella del saber.
Como declamador no tuvo quien le enseñara, fue aprendiendo empíricamente y desarrolló su propio método basado en la respiración, la emisión de la voz, la utilización del diafragma, pero lo más importante, la disciplina y las infinitas horas de estudio diario, ese fue su verdad y el secreto de su triunfo.
Defendió su arte, su personal modo de incursionar por la música en diferentes escenarios. Desde los años 40 representó a Cuba en Nueva York junto a otros grandes de Cuba Esther Borja, Ernesto Lecuona y Gilbertico Valdés.
Autor del programa Luis Carbonell en tres tiempos: piano, cuentos y poesía, el cual mostró por toda Cuba durante la década de de 1970.
Carbonell tuvo la virtud que solo tienen los grandes artistas de transformarse ante nuestros ojos en la “negrita Fuló” y en muchos personajes que él supo crear para a través de ellos dejar siempre una enseñanza, un mensaje de amor, de cultura, de tantos aspectos pero donde la cultura primó siempre.
Agrega la nota del Instituto de la Música en su parte final: "Gracias Maestro por haber dejado a la música cubana su impronta, por haber compartido sus saberes. Seguirá usted con nosotros como el viento, porque sus sonidos seguirán resonando en nuestros corazones y nuestros latidos multiplicarán por siempre su existencia".
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