PANAMÁ.—Luego de las grandes expectativas creadas durante los últimos días, la VII Cumbre de las Américas, que reúne por vez primera a las 35 naciones del hemisferio, se convirtió finalmente en un hecho al anochecer de este viernes en la Ciudad de Panamá.
La inauguración ocurrió en el Teatro Anayansi, del Centro de Convenciones ATLAPA, donde el mandatario anfitrión Juan Carlos Varela saludó de manera particular a cada uno de los jefes de delegaciones asistentes. Entre ellos estuvo el presidente cubano Raúl Castro Ruz, cuya presencia aquí ha despertado gran interés en los medios de prensa acreditados que, con diferentes matices, coinciden en calificar de histórica su participación en la Cumbre.
Una de las notas destacadas de la jornada fue el esperado saludo entre Raúl y Obama, justo antes de ingresar al lugar donde sería la ceremonia inaugural, primera ocasión en que se cruzan palabras en esta Cumbre y la segunda vez desde que en diciembre del 2013 se saludaran durante los funerales de Nelson Mandela, en Sudáfrica.
Fue justamente el tema del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba uno de los más reiterados durante la apertura, cada una de las intervenciones destacó su trascendencia para el futuro de paz al que aspira la región.
Los pormenores del acto fueron seguidos por más de dos mil periodistas provenientes de todo el mundo, desde una sala de prensa prácticamente abarrotada. En esta ocasión, el primero en hacer uso de la palabra fue el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien fue portador de un mensaje del Papa Francisco.
El Santo Padre envió un saludo cordial a los participantes en la VII Cumbre y manifestó su cercanía y afecto para que el diálogo sincero supere las diferencias en el camino hacia el bien común.
“Afronten con realismo los problemas y transmitan esperanzas”, escribió, al tiempo que abogó por globalizar la solidaridad. Dijo que eran necesarias acciones directas en pro de los desfavorecidos, “eso es prioritario para los gobernantes”.
En su mensaje abordó cruciales asuntos como la emigración, el racismo, la xenofobia y la intolerancia. Consideró, además, que los esfuerzos por tender puentes nunca son en vano. Necesitamos un nuevo orden de paz y justicia, donde se promueva la solidaridad y la reconciliación entre los pueblos, precisó.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, también intervino en la ceremonia de apertura de la Cumbre y manifestó su alegría por el momento que vive la región, donde se están dando eventos de gran trascendencia como los diálogos de paz de Colombia, las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos, el proceso electoral en Haití y los acuerdos suscritos por Belice y Guatemala para avanzar en el diferendo territorial. “El diálogo es el mejor camino, tenemos un compromiso con la paz en nuestra región”, puntualizó.
Enfatizó que “son insostenibles las políticas del pasado” y los conflictos no pueden resolverse por la vía de la violencia. La ruta para avanzar está en el respeto a la libertad, en la inclusión y en la cooperación entre todas las naciones.
Por su parte, Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, también hizo referencia a la trascendencia de la Cumbre y resaltó la presencia del Presidente Raúl Castro, “un deseo de larga data expresado por los presidentes de la región”.
Igualmente, aseguró que para llegar a la paz es necesario el compromiso con actividades vinculadas a su mantenimiento y volvió a mencionar las conversaciones que se realizan en La Habana para poner fin al conflicto en Colombia.
Destacó que la región ha estado a la vanguardia en la adopción de distintos instrumentos relacionados con la garantía de los derechos humanos y exhortó a la participación de todos para generar prosperidad y equidad a la gran mayoría.
El secretario general de la ONU resaltó que se necesita avanzar en la adopción de medidas para seguir incluyendo a los grupos históricamente vulnerables, como los indígenas, e instó a aumentar las acciones para disminuir la desigualdad como parte de la Agenda de Desarrollo post 2015.
Finalmente, Juan Carlos Varela en sus palabras de bienvenida refirió la vocación panameña para unir al mundo y dijo sentirse honrado con que su país sea el anfitrión de la cita. “Este es el inicio de una etapa en las relaciones del hemisferio, basadas en el respeto a los diferentes sistemas de gobierno, los que tenemos que enfocarnos en resolver los problemas de nuestros pueblos”.
Consideró que la integración y la cooperación entre las naciones es la única forma en la que el continente podrá resolver problemas acuciantes como la desigualdad, el crimen organizado y la droga.
Ratificó el firme deseo de contribuir al diálogo y la convivencia pacífica, para ello “debemos buscar los puntos de convergencia”. Luego, felicitó el coraje y la voluntad de los gobiernos que han puesto a un lado las discrepancias y buscan mejorar los días de sus pueblos.
Al momento de redactarse esta información, el Presidente panameño y la primera dama, Lorena Castillo de Varela, ofrecían una cena a los jefes de delegaciones, en el Complejo Monumental Panamá Viejo.
Para la jornada del sábado se reservó la Sesión Plenaria, en la que se espera intervengan las 35 delegaciones, así como los Retiros, espacios destinados para que los presidentes aborden en privado temas importantes de sus agendas bilaterales./ TOMADO DE GRANMA DIGITAL
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