El secretario de Agricultura de Estados Unidos dijo ayer en La Habana que levantar las barreras que impiden el comercio entre su país y Cuba es una cuestión de “sentido común” y se comprometió a buscar formas de flexibilizar las medidas vigentes.
“Tenemos trabajo que hacer identificando esas barreras, entendiéndolas y viendo qué tipos de flexibilidades pueden existir para removerlas o al menos minimizarlas”, aseguró Thomas Vilsack durante una conferencia de prensa en la embajada de EE.UU. en la capital cubana.
Aunque una legislación estadounidense al final del gobierno de William Clinton permitió la venta de alimentos a Cuba, que se realizaron por primera vez en el 2001, las cifras han ido en descenso durante los últimos años. Del pico de 710 millones en compras registrado en el 2008, el año pasado esa cifra se desplomó a 291 millones.
Casi un año después de los anuncios del 17 de diciembre pasado, EE.UU. aún exige el pago por adelantado y niega el acceso a créditos.
“Estoy comprometido a buscar formas para reducir esas barreras. Algunas han sido reducidas, pero evidentemente, tenemos más trabajo que hacer. Mi compromiso es ver qué se puede hacer a corto plazo.”
Vilsack indicó las ventajas de viajar acompañado de cuatro miembros del Congreso norteamericano que podrán regresar a Washington y contar lo que han visto en Cuba.
A diferencia de otros sectores donde el presidente puede utilizar sus amplias potestades ejecutivas, las condiciones de pago de las ventas agrícolas solo pueden ser transformadas por el Congreso.
INTERESES COMPARTIDOS
El funcionario norteamericano, quien arribó el miércoles a Cuba, dijo que durante su visita de trabajo pudo confirmar su convicción de que ambos países tienen intereses compartidos.
Ratificó que los principales focos están en la agricultura orgánica, el enfrentamiento al cambio climático y las plagas de los cultivos.
El secretario de Agricultura destacó el enfoque de Cuba basado en la ciencia para enfrentar enfermedades y plagas. Indicó que enfrentan retos comunes como el HLB que afecta a los cítricos de ambos países.
En los dos países se aplican distintas estrategias para contener la amenaza, que ya ha reducido la producción norteamericana en cifras récord, y existe la posibilidad de intercambiar experiencias, indicó.
Además, resaltó la actuación cubana ante los casos de gripe aviar registrados en Estados Unidos este año. “A diferencia de otros países que decretaron una prohibición generalizada al producto, Cuba entendió y enfrentó el problema de manera regional, mirando Estado por Estado, que es el enfoque de las organizaciones internacionales y que está basado en la ciencia”.
Vilsack visitó este miércoles el mercado agropecuario de 19 y B en la capital y quedó impresionado por el hecho de que la fuente de las verduras y frutas que observó fueran cientos de granjas esparcidas por la ciudad. “La agricultura urbana es algo que Cuba practica desde hace mucho tiempo y Estados Unidos quiere aprender”.
Después compartió con los trabajadores de dos cooperativas, la Agrícola Antero Regalado en Güira de Melena y la Ganadera Niceto Pérez en Artemisa. “Me quedó muy claro que son personas que tienen profundo amor por la tierra y del trabajo que realizan para los ciudadanos de su país”.
Señaló que entre sus preocupaciones estaban el problema de la maquinaria, los sistemas de irrigación y los implementos necesarios para sembrar y cosechar, así como el impacto del cambio climático. Pero dijo estar impresionado por el nivel de creatividad e innovación de los cooperativistas para mantener sus niveles de producción.
CAMINO DE DOS VÍAS
“El comercio es un camino de dos vías”, dijo Vilsack respecto al futuro de los lazos de Estados Unidos con Cuba, un país que por varios años ha estado comprando productos norteamericanos sin tener la posibilidad de exportar los suyos al mayor mercado del mundo, ubicado a solo 90 millas de sus costas.
Al ser cuestionado sobre unas declaraciones del gobernador de la Florida, Rick Scott, respecto al impacto de una apertura hacia Cuba para la agricultura del estado sureño, el Secretario del ramo señaló que todo el mundo saldrá beneficiado si los cambios se estructuran de manera correcta.
Los consumidores en EE.UU. están interesados en tener una variedad de productos todo el año y las importaciones han alcanzado niveles récord durante los últimos años, dijo.
Tras indicar que quizá el gobernador no estaba bien informado, Vilsack bromeó respecto a que la opinión que más le importaba era la de su jefe, el Presidente. “Él cree que hay que levantar el embargo (bloqueo) y está instando al Congreso a que dé ese paso”.
A una pregunta de Granma respecto a si la visión de Estados Unidos se reducía a comerciar con productores privados o si pretendía intercambiar con todo el abanico de formas de propiedad en la agricultura cubana, el Secretario norteamericano hizo una proyección: “En la medida en que se levante el embargo (bloqueo) y comencemos a negociar, evidentemente lo haremos con todos los que tengan productos”.
Estados Unidos tiene relaciones con otros países con sistemas distintos al suyo, añadió. Organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio establecen las “reglas del juego”.
Indicó que las preocupaciones fundamentales de cara al día que se levante el bloqueo son las zoosanitaria y fitosanitarias. En ese sentido, reconoció que Cuba ha sido muy consistente en ese esfuerzo, algo que Estados Unidos aprecia mucho.
“Uno de los desafíos que tenemos cuando acabe el embargo (bloqueo) es que un contenedor que venga con productos para Cuba, vuelva con productos cubanos. Esto es sentido común”./ TOMADO DE GRANMA.CU
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