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Tres interesantes revelaciones en una misteriosa madriguera

Tres interesantes revelaciones en una misteriosa madriguera

Bajo la sugestiva denominación de La madriguera del conejo blanco, este martes 11 de agosto, tuvo lugar la premiere de este teledrama de la Televisión Cubana, con guión y dirección de Elena Palacios, en la Sala Adolfo Llauradó, en la calle Línea, en el Vedado, que encierra muchos atractivos y tres revelaciones.

Entre los atractivos destacan un elenco artístico, digno de amplios reportajes periodísticos; la urdimbre de una obra del género fantástico donde de seguro el «fantasma» más apasionante es la propia historia que se cuenta; y entre las tres revelaciones se cuenta la presencia y actuación de igual número de muchachas jóvenes que se parecen en sus diferencias y son distintas en sus semejanzas, tanto en el físico como en sus espiritualidades.

Ellas encarnan los personajes de Lissette (Indira Mora), Marina (Mónica Digat), y Lilia (Linnet Vidal), quienes, según confesara a este portal la creadora del telefilme de una hora de duración, la joven Elena Palacios, «hacen en esta obra fílmica de la pequeña pantalla, un debut profesional al duro y sin guante».

La también asesora de estos materiales televisivos de la División de Programas Dramatizados, puso énfasis en declarar que «los tres personajes femeninos principales -adolescentes- son lindas, alumnas de onceno grado de preuniversitario, pero asediadas por conflictos diferentes».

Explicó también Elena que es la primera vez que el citado trío de actrices encarnan en una obra con personajes grandes y de fuerte protagonismo. Y recalcó que mientras Indira Mora (Lissette) y Linnet Vidal (Lilia) en anteriores momentos hicieron algún pinino televisivo muy modesto, una de ellas, Mónica Digat, venció ahora en Marina, con un éxito rotundo, en un debut absoluto, puesto que jamás se había enfrentado a una cámara.

«Ellas -comenta la autora, guionista y directora- son bellezas individuales distintas, y con esta premiere del día 11 perseguimos el objetivo de presentarlas, darlas a conocer, mostrar tres nuevas caras de la Televisión Cubana, y evidenciar que son, no obstante su juventud, tres buenas actrices en potencia, en fin, tres revelaciones».

Confiesa, igualmente Elena, que la premiere servirá «para hacer un reconocimiento a todo el equipo de trabajo y al elenco artístico que han hecho posible esta pequeña película para la televisión, que no es otra cosa que el mal llamado «teleplay», que significa en inglés guión televisivo y que debe ser denominado mejor «teledrama o telefilme».

Según las propias palabras de la directora de La madriguera del conejo blanco, su telefilme cuenta una historia fantástica (cargada de realidades de la vida) de tres adolescentes que enfrentan, sienten y sufren determinados conflictos existenciales, a partir de una casa misteriosa de la playa que el arquitecto - padre de una de ellas - ha de convertir en un moderno restaurante.

El teledrama, que saldrá al aire el próximo 22 de agosto, a las cinco de la tarde, por el Canal Educativo, como parte del espacio «Una calle, mil caminos», de la División de Programas para Niños y Jóvenes de la Televisión Cubana, exhibe entre sus grandes atractivos el hecho de que en la misteriosa casa a la que las tres adolescentes entran por distintos motivos, se suceden tiempos paralelos de presente, pasado y futuro que se mezclan audazmente.

 La madriguera... tiene un elenco artístico, que además de las tres actrices debutantes, suponen una calidad profesional que promete gustar al más riguroso de los televidentes. Lo integran Héctor Echemendía en el papel de Juan Lima, viejo de la zona, enamorado toda la vida de la dueña de la casa misteriosa; Miriam Socarrás, en Berta Elena, la propietaria del inmueble encantado; Yerlín Pérez, madre de la adolescente Lilia; Deysi Quintana, madre de la otra estudiante, Marina; Armando Tomey, el padre; Carlos Luis González, un muchacho al que conocen en la playa.

Además Sandy Marquetti, como Pablo, novio de Lilia; Rafael Ernesto Hernández, nieto de Juan Lima y enamorado de Lissette; Abelardo López, Freddy, padrastro de Lissette; Carla Teuteló, en el papel de Lissette cuando era niña; Daliana Mckennes, madre de Lissette; y Noika Armas como Ángeles, la tía de Marina.

Parte de la calidad, interés, curiosidad, amenidad, valor artístico y audacia de este teledrama, obedece a la ayuda y aportes que brindaron a Elena Palacios en el trabajo de mesa, los ensayos y las filmaciones de numerosas escenas y locaciones, jóvenes muy profesionales que ella considera como «mi mano derecha».

Nos referimos a Johanys Labrado (productora general), Oyaine Blanco (asistente de dirección), Heiking Hernández (directora asistente), Llasmín de Armas (también asistente de dirección), y Yanay Araúz (la directora de fotografía).

«Algo para mí muy importante que no debe soslayarse es que me preocupo mucho por defender al género femenino, aunque me tilden de "feminista" y que siempre defiendo también la "multiracialidad" en la televisión y en el cine. Por eso, precisamente cinco de los actores son mestizos e Indira Mora, la Lissette, protagonista principal de La madriguera del conejo, es una vistosa, alegre y autóctona mulata cubana», dijo Elena Palacios al concluir nuestra entrevista.

Fuente:  Luis Hernández Serrano / Fotos: Mónica Digat
En la foto que acompaña este trabajo, los jóvenes actores, de izquierda a derecha, Rafael Ernesto Hernández, Linnet Vidal, Indira Mora, y Carlos Luis González.

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