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Rusia denuncia manipulación mediática sobre armas químicas

Videos difundidos por cadenas mediáticas internacionales sobre el empleo de armas químicas en Siria fueron creados con anticipación para incriminar ante la opinión pública al gobierno de ese país, denunció hoy la Cancillería rusa.

Al insistir en que se tenga en cuenta la información de testigos presenciales en lugares donde ocurrieron ataques con sustancias tóxicas, Exteriores ratifica en una nota que las acusaciones contra Damasco se basen en materiales de dudosa procedencia.

El texto se refiere a declaraciones de la religiosa Agnes-Marie de la Croix, presidenta del monasterio de San Jacob, en Siria, quien advierte contradicciones en relación con los sucesos del 21 de agosto en las cercanías de Damasco.

De la Croix relató a Rusia Today que el supuesto golpe químico ocurrió entre las tres y cinco de la mañana, y ya al amanecer se estaban difundiendo en las redes internacionales de comunicación 10 videos.

¿Cómo fue posible en tan corto tiempo filmar esa cifra de audiovisuales?, ¿cómo trasladaron a más de 300 personas, entre ellos 200 niños para prestarles primeros auxilios y además tomarle entrevistas?, se pregunta la denunciante.

Indaga la religiosa también por la procedencia y el destino de esos infantes, así como la ubicación de sus padres.

La nota de la Cancillería lamenta que ninguna de estas interrogantes interese a las cadenas occidentales y regionales, que como advierte de la Croix actúan en interés de círculos empeñados en difundir falsas informaciones acerca de los hechos del 21 de agosto.

En contraste, añade la cartera de Exteriores, ignoran la masacre de Latakia, donde los rebeldes mataron a 500 personas, en su mayoría niños y ancianos.

Indica el texto circulado a la prensa que la presidenta del monasterio tiene videos de esos hechos criminales y se propone entregarlos a una comisión independiente que investiga la violación de los derechos humanos en Siria.

La situación es tan grave, que ese comité internacional debe encaminar sus acciones a partir de datos totalmente verificados acerca de lo que ocurre en Siria, y no de versiones poco fundamentadas procedentes de Washington y otras capitales occidentales, concluye Exteriores.

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