El negocio de la contrarrevolución cubana
Aníbal Garzón
Aporrea.org
¿Qué pensarían si Cuba diera millones de dólares a algún Partido Comunista de los Estados Unidos?
La estrategia del bloqueo económico y político que impuso los Estados Unidos en Cuba desde el gobierno de John Kennedy a principios de los años 60 para ahogar la Revolución Socialista tiene una doble cara. Más allá de las elevadas pérdidas que ha provocado a la economía cubana perdiendo 751 mil 363 millones de dólares según datos oficiales presentados en septiembre de 2010 ante la Asamblea General, existe, paralelamente, un gran beneficio económico en grupos anticastristas radicados la mayoría en Miami.
El senador del Partido Demócrata y responsable de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, John Kerry, el pasado mes de abril anunció que se oponía a la aprobación del presupuesto de 20 millones de dólares para el 2012 presentado por el gobierno para promover la “democracia” en Cuba. La justificación de Kerry es hacer una revisión completa de los “programas de promoción de la democracia” consultando el gobierno al congreso, además hacer un control de auditorías económicas para conocer en qué y dónde se gastan los dólares.
Según un reportaje de investigación realizado por el periodista Tracey Eaton, ex corresponsal de un diario de Texas en La Habana, Estados Unidos desde 2007 ha destinado 94 millones de dólares de los impuestos de los contribuyentes para fomentar la subversión contra el gobierno de Cuba, entregando dinero a los mercenarios, tanto en Cuba como Miami, sin ningún control de gestión. Eaton confirma que el coste de los programas subversivos de la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID en inglés) se dispararon después de la enfermedad del Comandante Fidel Castro en 2006, llegando a una cifra récord de 45 millones en 2008. Aún así, gran parte del dinero no llega muchas veces al objetivo político de injerencia contra Cuba. Las fuentes de Eaton resaltan que en la administración de Bush (2000-2008) el contable de la organización anticastrista Center For Free Cuba (CLC) fue condenado por robar 600.000 dólares del presupuesto de la USAID destinado a formar nuevos “disidentes” en Cuba. Además, los propios mercenarios radicados en Cuba y vinculados a la Oficina de la Sección de Intereses en La Habana han presentado quejas por que del presupuesto que aprueba el gobierno de los Estados Unidos muchas veces no le llega el dinero y se queda en manos de la mafia cubano-americana radicada Miami que lo gastan en intereses privados. La USAID daba dinero a contratistas privados sin exigir una justificación de cuentas, dado que el Congreso no hacía ninguna supervisión o control.
Kerry no quiere suspender la financiación a la poderosa mafia cubana anticastrista de Miami dado su poder político de “lobby”, como el ejemplo de la derrota electoral que provocó al Partido Demócrata en el año 2000 por su oposición de entregar Bill Clinton al niño “balsero” Elián González a las autoridades cubanas, sino simplemente quiere obtener mayor claridad y transparencia en sus costes. Así, para evitar los enfrentamientos, la USAID el 16 de junio abrió una nueva licitación de 21 millones de dólares, a pesar de continuar los otros 20 millones bloqueados, para financiar proyectos ilícitos de “cooperación” sin autorización del gobierno cubano. Este presupuesto destina 6 millones en programas para potenciar “la libertad de expresión” a jóvenes entre 12 y 24 años, otros 6 millones de dólares para ampliar el uso de Internet como el nacimiento de nuevas páginas o blogs con el objetivo de crear información contrarrevolucionaria o incentivar la difusión de medios anticastristas como la Radio y Televisión Martí de Miami con emisión ilegal en Cuba, y los restantes 9 millones serán dirigidos para apoyar, ocultamente, asociaciones civiles y religiosas que trabajen conjuntamente con la oficina de Intereses Norteamericanos de La Habana para desestabilizar el tejido social de Cuba y formar nuevos líderes anticomunistas.
Una vez se aprueben los 20 millones que continúan bloqueados por Kerry, se hará la suma de 41 millones de presupuesto para el año 2012 para financiar la injerencia contra Cuba. La legisladora de origen cubano del Partido Republicano y presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Ileana Ros-Lehtinen, que ya convocó el mes de mayo una cumbre para planificar estrategias contra los gobiernos progresistas de América Latina (Cuba, Bolivia, Venezuela, Ecuador,..) invitando al asesor de José María Aznar de la Fundación por el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), Alberto Carnero, ha sido la primera en presionar duramente a Kerry afirmando que él no comprende “la naturaleza brutal de la tiranía de La Habana, y los programas de los Estados Unidos por la promoción de la democracia en Cuba fomentan nuestras metas de política exterior y facilita la transición”.
El trabajo de la USAID en Cuba es un hecho ilegitimo e ilícito. No existe cooperación bilateral sino intentos de subordinación del imperio sobre la isla. En diciembre de 2009 las autoridades cubanas detuvieron y condenaron posteriormente a 15 años de prisión a Alan Gross, un contratista de la USAID que proporcionó material informático a grupos contrarrevolucionarios presentes en la isla con el objetivo de romper el orden político. Según las autoridades de los Estados Unidos este encarcelamiento es una acción más de la “tiranía” cubana, pero parece que condenar ellos a varios de los 5 cubanos antiterroristas a cadenas perpetuas por espiar a organizaciones armadas de la mafia anticastrista, no al estado americano, si es un acto de injerencia. ¿Qué pensarían si Cuba diera millones de dólares a algún Partido Comunista de los Estados Unidos?
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